Hace unas semanas os contábamos cómo Clarins lanzaba al mercado sus nuevos activadores de la belleza en forma de Boosters , unos frasquitos que prometían revitalizar nuestra piel de acuerdo con las necesidades de cada momento.
Así, he podido probar dos de los tres que lanzó la marca, concretamente el Booster Energy y Booster Detox de los que os cuento mi experiencia a continuación.
Qué son estos boosters
Como ya os comenté en el post anterior, se trata de productos con fórmulas ultraconcentradas para mezclar con tu crema de tratamiento habitual, consiguiendo con solo unas gotas, un activador de belleza a medida.
En el caso de los que he usado, el Booster Energy (el naranja) está indicado para las pieles cansadas donde se incluye extracto de ginseng para estimular la piel, tonificándola y revitalizándola, atenuando los signos de fatiga y reavivando la luminosidad, aportando un 22% de energía celular según los estudios de Clarins.
En el caso del Booster Detox (el verde) se encamina más a las pieles apagadas después de un exceso del tipo que sea, vamos que es el anti-resacas por excelencia. Se trata de una fórmula enriquecida con extracto de café verde, rico en cafeína con propiedades detoxificantes. Así, este booster detoxifica la piel, reconforta y suaviza, así como hidrata y alisa, dando un aspecto saludable a la piel. Reduce en un 33% los compuestos oxidados.
Mi experiencia
Comenzaré diciendo que eso de las mezclas nunca me ha convencido mucho. He aquí el primer problema. Clarins te dice que lo mezcles con los tratamientos de la misma marca, como es lógico, lo que te hace plantear qué pasa si los mezclas con otros, podrían interactuar mal los ingredientes... Esas cuestiones me surgieron según tuve los Boosters en mi mano, más que nada porque no tengo cremas de Clarins, así que no me quedó más remedio que hacerlo con las propias.
Así que me lancé y opté por mezclarlos con cremas más básicas para evitar problemas. Primero os hablaré del Energy que, para mi gusto, funciona como una ampolla flash en lo que a luminosidad se refiere. Tienen un acabado como aceitoso por lo que con un par de gotas es más que suficiente para la mezcla, te lo aplicas y sí que notas la piel con mejor tono y más revitalizada.
En el caso del Detox me lo apliqué por primera vez una mañana (más bien tarde...) después de una noche de juerga en la que mi piel estaba gris, así tal cual. Me acosté tardísimo, bebí alcohol (no fumo así que eso no me afecta) y hubo desmadre, así que la piel estaba con ese tono grisáceo de resaca. El caso es que me lo apliqué y el tono cambió bastante, dándome mejor cara en general, quitándome el grisáceo.
En ese sentido me gustaron bastante porque cumplen lo que prometen, eso sí, no me gustó demasiado el acabado porque me quedó la piel un poco pegajosa lo cual no es un punto a su favor sino más bien en contra.
Por esa razón, decidí mezclarlo con el maquillaje y la cosa me convenció algo más. Bien es cierto que no notas los efectos tanto como si lo aplicas directamente con la crema, pero el acabado es mejor al evitar esa sensación pegajosa. Además, el maquillaje como que se extiende mejor y queda con un punto como más satinado sin engrasar en absoluto. Por ello, los he aplicado más de esta manera.
Eso sí, pone que no hay que aplicarlos solos directamente sobre la cara (cosa que he de confesar que se me pasó por la cabeza, menos mal que leí las instrucciones).
Su precio es de 39 € cada uno.
¿Os animáis a probarlo?
El producto fue facilitado para la prueba por Clarins. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas para más información.
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Clarins
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