Corría el mes de junio de 2018 cuando la vida de Iñaki Urdangarin asumía su capítulo más oscuro con su ingreso en prisión. Su implicación en el Caso Nóos le llevó al módulo de mujeres de la cárcel de Brieva, siendo ésta la base de 'Urdangarin: relato de un naufragio', de Nacho Gay.
Es en este libro donde su autor asegura que el ex de la infanta Cristina residía en un algo parecido a un "apartamento con unas condiciones más que aceptables". Es más, el escritor lo define como una "especie de loft" totalmente opuesto a las celdas de otros reclusos.
En sus aposentos, las visitas del ex yerno de Juan Carlos I campaban a sus anchas, y él les brindaba con unas "croquetas que le habían traído aquella mañana desde la concina", las cuales almacenaba en "su pequeño lobby culinario", tal y como expone el también colaborador de televisión.

Por otro lado, en 'El Mundo' advierten de que el novio de Ainhoa Armentia podía pasarse horas y horas corriendo. Tanto en un patio exterior como en una bicicleta estática. A parte del deporte, Urdangarin se distraía cultivando pimientos y tomates en unos maceteros de grandes dimensiones que se ubicaban en dicho patio, según señalan en la citada publicación.
Fotos | Gtres
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