Este año he decidido probar una crema protectora solar diaria distinta y me he decantado por una de las más famosas en los mentideros de la belleza: la de Isdin en gel crema. La razón de su éxito es el gran número de prestaciones que tiene. Es oil-free (la pueden usar las pieles grasas), tiene un factor de protección solar alto (la hay de 40 y de 50), se aplica con gran facilidad (debido a la textura gel-crema), es anti-roce y, en el caso que queráis usar la versión Pediatrics-en principio pensada para niños-tiene un aroma maravilloso.
Realmente es difícil hacer un análisis de la eficacia de un protector solar, puesto que su función, proteger del sol, no implica unos resultados inmediatos, sino a largo plazo. Por tanto me voy a centrar en otras características de la misma. Debido a su textura ligera y el hecho de ser oil-free la recomiendo para todo tipo de pieles, incluso aquellas que por ser grasas os podáis asustar por la mayoría de los protectores del mercado. Como huele tan bien, yo la uso directamente como body milk a diario. Así te queda todo el cuerpo protegido y a la vez te hidrata y te deja perfumada.
El alto FPS se nota sustancialmente. Si conducís a diario y sufrís el sol sobre vuestro brazo izquierdo ya sabréis lo molesto que es, y protectores con un FPS bajo no arreglan el problema. Con este de Isdin, sin embargo, la piel no se me pone roja y en ningún momento me molesta.Y os aseguro que esto no es muy común en protectores altos, a pesar de lo que diga la etiqueta. Yo tengo dos tubos del producto, uno en casa y otro en el coche para aplicar y reaplicar en el trayecto.
Su precio es de unos 17 euros y se vende en farmacias y parafarmacias. Este precio lo coloca en un lugar predominante entre otros protectores de alto FPS del mercado, por su excelente relación calidad-precio y sobre todo por una eficacia que hace sombra a otros muchísimo más caros.
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