Quienes hacemos topless en la playa no podemos olvidar que la piel que recubre nuestros pechos es más blanca y fina que el resto del cuerpo, principalmente porque suele estar protegida por el sujetador, y que la exposición sin cuidados al sol la envejece, haciéndola perder su elasticidad y capacidad de soporte, es decir, provocando la caída prematura del pecho. De ahí que sea necesario tomar medidas para prevenir el daño, cuidados que comienzan mucho antes de dejarse ver en la playa. Incluso si no haces topless, a menudo un traje de baño expone piel que ha estado cubierta y protegida, de modo que estos consejos podrán serte útiles.
Comienza el día con un chorro de agua fría en la ducha para tensar la piel (si ya lo hacemos con el pelo para dominar el frizz y la celulitis, qué más da otro poco de agua fría, ¿no?) y huméctala con una crema nutritiva, sin olvidar el cuello. Recuerda que si bien hay cremas específicas para la zona del busto, cualquier buena crema nutritiva también sirve.
Aunque ya os lo hemos dicho muchas veces, no está de más repetir una vez más lo necesario de usar protección solar alta antes de salir de casa. Es importante exponerte de forma progresiva, de a poco rato cada vez, no pasar cuatro horas al sol el primer día. No olvides reaplicar el protector solar después de nadar, estar un rato al sol o si has sudado mucho.
De vuelta de la playa, si ves que la piel te duele o escuece, ayúdala a calmarse usando alguna loción o crema reparadora. La línea Cicalfate de Avène es antibacteriana, reparadora y calmante, y puede ayudarte a pasar el trago amargo. Por supuesto, en este caso tendrás que descansar del sol hasta que el ardor desaparezca. Para terminar el día, hidrata nuevamente.
Vía | Yahoo En Arrebatadora | Cómo cuidar tu pecho al sol