A estas alturas no hace falta recordar los beneficios que el deporte aporta a nuestro cuerpo. Desde ayudarnos a marcar los músculos, perder volumen y tonificar los abdominales hasta hacernos sentir más activas, fuertes y empoderadas. Pero en esta ecuación no solo participa nuestro body. También la mente lo gozará a lo grande con el ejercicio. ¿Necesitas más razones para ir al gimnasio este 2019? Te damos seis.
¿Estrés? ¿Qué es eso?
El deporte es el mejor reductor de estrés natural, porque las sustancias químicas que libera el cerebro al hacer ejercicio lo apaciguan notablemente. De hecho, cualquier psicólogo lo recomendará como primera medida anti-estrés. Ir al gimnasio al salir de la oficina te ayudará a dejar los malos rollos atrás.
Una sonrisa de oreja a oreja
Cuando se hace ejercicio a tope y a menudo, el cerebro produce endorfinas. ¿No te suenan? Son las llamadas hormonas de la felicidad, porque generan todo tipo de sensaciones positivas, como felicidad o relajación. ¡Subidón tras el gimnasio!
Una desconexión garantizada
No importa las tribulaciones, preocupaciones y malos rollos que atormenten tu mente. Serás incapaz de pensar en ellos una vez comiences a sudar y a centrar tus esfuerzos en el ejercicio. Puede que al terminar regresen, pero los verás con otros ojos mucho más relajados. Será como consultar los problemas con la almohada pero en una hora de gimnasio.
Potencia tu capacidad cerebral
¿Ser más inteligente? Puede que eso suene a ciencia ficción, pero hay estudios que aseguran que el ejercicio cardiovascular puede crear nuevas neuronas y fortalecer las ya existentes.
Mejora la productividad
Al hacer deporte rompemos una y otra vez nuestras propias metas pre-establecidas, superándonos y motivándonos a llegar más lejos. Así, al saber que podemos conseguirlo aumentamos nuestra habilidad para afrontar ambiciones más difíciles, mejorando nuestra capacidad de consecución de objetivos. Algunas empresas lo han incluido en su horario de trabajo porque los resultados son muy notables.
¡A tope de amor propio!
La autoestima y el ejercicio son los mejores amigos. Porque practicando cualquier deporte pronto aprenderás que te sientes mejor físicamente. No tanto por la pérdida de volumen, sino porque sientes tu cuerpo tonificado. Además, las endorfinas mencionadas anteriormente, la sensación de superación de retos y la visión empoderada que tienes de ti misma harán que todo se vea con un filtro de positivismo.
Como puedes ver, hacer deporte no solo es beneficioso a nivel físico. La vida sana se lleva por dentro y por fuera y una mente a punto hará tu vida más fácil, feliz y llena. Sobre todo en estos meses de frío en los que es tan fácil caer en la monotonía de sofá y cama. Hazlo, pero antes ¡ve al gimnasio!
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