Pasado, presente y futuro, indicativo y subjuntivo..., no se admite condicional porque estos días son para hacer las cosas de verdad. Ha llegado el verano, la estación con la que muchos soñamos durante todo el año. Respiro hondo, porque quiero sentir el presente, y actuar para un futuro mejor en mi interior y exterior. Todo pasa muy deprisa y no me apetece perderme las oportunidades que trae el sol y el calor.
Si te tienta hacer lo mismo, sólo depende de ti, ¿te mimas? ¿Te observas? ¿Sabes darte lo que necesitas? Puede que en otros momentos del año tengas excusas, pero ahora incluso trabajando puedes otorgarte algunos beneficios que en otra estación resultan muy difíciles. Salir por la noche y estar en una terraza, tomar el sol, nadar bajo el cielo azul... ¿Seguimos? Vamos a repasar alguno de los infinitivos que más nos pueden hacer disfrutar estos días.
Desconectar
En mis días de vacaciones, voy a intentar aprender a "no pensar" en las preocupaciones habituales, hacer ese "break" que tanto necesito. Leer, escuchar música, hacer cosas diferentes, dejar volar mi imaginación... No hay que hacer mucho más, porque mi cerebro, creo que como el vuestro, está saturado de tanta información, obligaciones, preocupaciones, y también necesita vacaciones. Un buen libro puede ser el mejor compañero para ahuyentar los pensamientos recurrentes. ¿Creéis que esta vez seréis capaces de hacerlo?
Actuar
Pasear descalza, nadar, bucear, sentir el agua fría... son alternativas que forma parte del verano y me hacen más feliz. Hacerlo de forma relajada, disfrutando del agua o el paisaje, observando, escuchando, respirando conscientemente, forman experiencias que se recuerdan durante el invierno y, a mi desde luego, me hacen muy feliz.
Además tengo presente que debo moverme, realizar actividades que aunque me resulten relajantes me hagan sentir tonificada en cuerpo y mente. No hace falta proponerse retos, sólo disfrutar, sé que los beneficios llegarán solos.
Tratar
El verano me da la oportunidad de cuidar mi cuerpo más que nunca. Productos estupendos para antes, durante y después de la exposición solar, para la piel, el cabello… Todo se contempla ahora, mediante texturas y presentaciones magníficas. El verano puede representar una gran cura de belleza con sólo un poquito de atención, ¿Lo probamos?
Parar
Un verbo que no implica acción, parece un contrasentido, pero en vacaciones, y en algunos momentos, puede ser el mejor. Parar con la rutina, con la obligación, con la presión. Aprender a reconocer que a veces hay que hacerlo y que no pasa nada. Este puede ser un buen momento para experimentarlo. ¿Eres capaz?
Comer
Me refiero a comer para disfrutar. Si, ya sé que muchas intentamos guardar la línea y no volvernos locas con las tentaciones, pero tampoco olvido que comer es un placer, y que algo dulce de vez en cuando, algún hidrato es necesario. En alimentación es importante equilibrar, compensar los excesos, y si soy consciente de eso, sé que puedo darme algún capricho de vez en cuando.
Lo bueno del verano es que lo que más suele apetecer es lo “correcto”, platos sencillos y naturales, cremas frías, ensaladas, verdura y frutas. Lo que si tengo presente es que debo comer "bien", y no es incompatible con disfrutar.
Beber
Ya conocemos la necesidad de una buena hidratación, y ahora, en verano, más que nunca. Imprescindible para mi un vaso de agua en ayunas y no dejar de beber a lo largo del día, mucho mejor hacerlo entre comidas. Una buena fórmula en estas fechas es recurrir a las infusiones frías. Suelo preparar té, rebajarlo con agua y tener sempre un jarra fría en la nevera.
En mi caso, mi buen estado físico no es compatible con las bebidas gaseosas y el alcohol. Si no tomáis esta precaución, no os quejéis de "tripita" a la hora de vestir traje de baño.
Dormir
Este año soy más flexible en este asunto, capaz de relajarme y dormir ese poquito más que diferencia las vacaciones del resto del año. Sé que se debe tomar pronto el sol, pero, ¿qué más da si no lo hago por la mañana? Disfruto de la playa a la sombra y ya lo haré por la tarde. No a la premura, si al relax.
¿Dormir aun más? ¿por qué no? ¿cuándo lo volverás a pillar esta posibilidad? La siesta es un privilegio del verano, descansar después de comer es un gran placer. Si te apetece, no te resistas, ahora hay tiempo para todo.
Reír
Siempre lo he dicho y siempre lo diré, reír es el mejor reafirmante facial que existe, además despierta los sentidos y tonifica y activa el cuerpo y el espíritu. Seguro que este verano te da mil motivos para reír, no los desperdicies. Tus amigos, la familia, los niños, cientos de oportunidades para vivir con cariño y espíritu positivo. ¡Saboréalos! ¡Búscalos!
Estos son sólo algunos de los verbos que voy incorporar a mi léxico este verano, hay tantos como actitudes positivas elijas. Las preferencias las tienes tú, sólo una cosa...¡Disfruta del sol!
Imágenes | 1#Pixabay, 2#Pixabay, 3#Pixabay
En Trendencias Belleza | Refrescos para la piel: enamorada de 5 soluciones para aliviar la sensación de calor