La Navidad está a la vuelta de la esquina y con ella llegan los primeros comentarios sobre el peligro de engordar que nos espera o lo difícil que va a ser mantener la línea.
Un medio ha publicado recientemente que los excesos navideños conllevan una media de aumento de peso de 4 kilos, pero en Trendencias Belleza sabemos que es posible disfrutar de estas fiestas sin engordar, con un poco de sentido común y siguiendo algunos consejos. ¿Preparadas?
No todos los días hay banquete
Puede que en las próximas semanas nos espere una comilona, o dos, o tres, o incluso cuatro, pero los momentos de celebración no dejan de ser en realidad unos días puntuales, en los que por comer algo más de la cuenta no vamos a notar apenas diferencias en nuestro peso.
El problema está en que en esos días solemos comer mucho más de la cuenta y además caemos en una especie de inercia que suele ir del 20 de diciembre hasta pasado Reyes, donde parece que todo vale, desde merendar cada día turrón, usar polvorones de postre, desayunar panettone (sí, esa es mi mayor debilidad) o cenar cada noche como si no hubiera mañana.
Todo esto unido a los encuentros, casi siempre regados con algo de alcohol y picoteos varios, van sumando y el truco está precisamente en restar lo que sea totalmente prescindible.
No vamos a ponernos a contar calorías el día que un familiar nos ha preparado nuestro plato favorito con todo su amor ¡No es necesario! pero sí podemos desayunar fruta, cenar ligero y no excedernos el resto del tiempo, especialmente con las bebidas y los dulces.
Un truco infalible, no tenerlos en casa. Si vas a tener invitados cómpralos el mismo día o el anterior, al fin y al cabo no son como la langosta que sube de precio y adquirirlos con antelación solo es una forma más de caer en tentaciones y tener que volver al supermercado a por más, una y otra vez.
Muévete, muévete ¡Muévete!
Otra buena forma de compensar es no dejar de movernos. Además hará nuestras Navidades mucho más entretenidas. ¿Sobremesa soporífera con las batallitas de siempre? Fuera sillas, música y ¡A bailar!
También podemos salir a pasear, visitar museos, aprovechar si tenemos varios días de fiesta para hacer alguna excursión a la playa o la montaña, patinar sobre hielo… Sirve cualquier ocupación que nos apetezca para la que normalmente no dispongamos mucho tiempo, y que nos ayude a quemar calorías.
Pasar sentada horas y horas rodeada de comida no es muy buena idea, otra opción para evitarlo es colaborar con los anfitriones de la casa, poniendo la mesa, recogiendo, echando una mano en la cocina, sirviendo el vino o incluso fregando los platos (si te dejan, claro). Ellos se quedarán encantados contigo y tú te habrás mantenido activa.
La mayoría de los gimnasios permanecen abiertos en estas fechas, incluso algunos proponen actividades especiales en las que puedes traer a un familiar o a un amigo; clases de pilates, estiramientos, bailes de salón ¡Aprovéchalas! Con la compañía adecuada seguro que pasas un rato de lo más divertido.
La Navidad no es solo comer
Aunque se caracteriza por los grandes atracones, la Navidad es mucho más que eso, al menos para quien la vive con ilusión y le gusta celebrarla.
Poder estar junto a las personas que quieres ya es suficiente motivo de alegría. La emoción de los regalos (buscarlos, prepararlos o incluso hacerlos tu misma), decorar la casa, ver lo bien que lo pasan los más pequeños, ponernos guapas, reflexionar sobre el año que se va y buscar nuevas motivaciones para el que llega, salir de noche para ver las luces de la calle, visitar los mercadillos navideños, montar el Belén, llamar o escribir a los que están lejos…
Hay millones de cosas que no tienen nada que ver con la comida, en las que podemos centrarnos más, para compartir estos días y hacerlos todavía más especiales.
¿Qué os parece? ¿Cambiamos el chip para estas Navidades?
Fotos | Kayture | Alexandre Breveglieri | Pexels
En Trendencias Belleza | Navidad 2014