Es una de mis herramientas de belleza preferidas y forman parte de mi ritual semanal de limpieza. Las tiras limpiadoras de poros de la nariz son tiritas adhesivas que se pegan sobre la superficie de la misma y, tras esperar un tiempo a que sequen, se despegan, llevándose con ellas imperfecciones y puntos negros, incluso los muy pequeños.
Se trata de un invento buenísimo que, sin embargo, no ha tenido mucho éxito en nuestro país, donde sólo conozco los de la marca Pond’s. Cuando comienzas a usarlas al principio se te hacen un poco raras, ya que el adhesivo es fuerte y se te pega también a los dedos cuando intentas colocarla sobre la nariz. Además la superficie es bastante pequeña para abarcar la nariz entera, salvo que la tengas muy pequeñita.
La tira tiene dos superficies, una más lisa y otra más rugosa. Hay que pasar un dedo mojado con agua por la superficie lisa (aquí es cuando el dedo se te llena de adhesivo), colocarla en la nariz y esperar que seque. La tirita se pone muy dura y acartonada en los 10 minutos más o menos que hay que esperar. Después se tira de uno de los extremos y la tira sale, extrayendo los puntos negros.
A no ser que tus puntos negros sean muy grandes apenas los vas a ver salvo que pongas la tira al trasluz. Cuando lo haces te das cuenta que a pesar de una limpieza diaria exhaustiva siempre queda alguna pequeñísima imperfección que estas tiras detectan y extraen. Como complemento a una buena exfoliación y como paso previo a una mascarilla hace su función perfectamente.
Sin embargo no esperéis que os extraiga todos vuestros puntos negros como os los puede sacar la esteticista en una limpieza de cutis. Simplemente os quedará la superficie de la nariz más lisa y los poros menos visibles, pero si queréis eliminarlos del todo o disminuirlos deberéis poneros en manos de un especialista.
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