Esta semana me ha llamado la atención el descubrimiento de un nuevo aceite facial que se describe como “inteligente” y sobre el que os voy a avanzar algo en este post, pero antes os explico porque este nuevo producto me ha hecho reflexionar.
Imagino que os ha pasado, si hace años la palabra aceite facial nos hacia casi dar un respingo hacia atrás a muchas de nosotras, el tiempo y la ciencia han conseguido que modifiquemos esta percepción hasta el punto de llegar a considerarlo como producto imprescindible de rutina para muchas de nosotras. Utilizarlo es una nueva tendencia, ya muy arraigada, y que como os digo, nació desde el más puro escepticismo, pasó por el pavor y se detuvo en la observación. Gracias al constante avance y especialización de la cosmética, percibo facultades, que unidas a texturas exquisitas, esencias deliciosas y beneficios visibles han eliminado aquel concepto y efecto que antes se asociaban a este tipo de aceite.
Lejos de ser solo aquel excelente auxilio para el cabello o tratamiento corporal, resultan estupendos faciales, tratamientos de choque, cura de belleza y hasta para algunas, indispensables diarios que se han incorporado a la rutina cosmética facial. Os confieso que hay días en que mi piel no solo me pide esas gotitas mágicas, también mi sentido del olfato y bienestar, debido a las extraordinarias propiedades y beneficios sensoriales que suman sus extractos y esencias.
Hoy, es difícil que un buen aceite facial proporcione efectos grasos no deseados, sea tosco, untuosos o pringoso. Lo que sí es habitual es poder comprobar como protegen el manto ácido de la piel, mantienen su barrera hidrolipídica y la complementan en casos de pérdida o deshidratación al mantener la humedad de la piel. Nutren, rehidratan, son un suplemento prefecto en casos de pieles secas y en casos de deshidratación o desequilibrio debido a causas externas, como bajas temperaturas o clima seco, limpiezas agresivas o problemas dermatológicos.
Otra ventaja de los aceites de última generación es la potenciación de sus componentes antioxidantes y ácidos grasos que aportan un plus antienvejecimiento a la piel. Multifuncionales, aportan una sensación de confort duradero y se pueden utilizar solos, combinados con una crema o como paso previo para potenciar los efectos de los tratamientos posteriores. ¿Mi truco? Un uso que me encanta es añadir unas gotitas a la base de maquillaje porque aporta luz y elasticidad, un acabado, precioso.
Para todos
Fórmulas naturales, aromaterapia, especialización y variedad en función de cada necesidad o tipo de piel significa que un aceite facial ya no solo es una indicación para una piel seca. Hasta una piel acnéica que está sufriendo sequedad por un tratamiento puede beneficiarse con un aceite ligero como rosa mosqueta o marula. Recordando el poder antiséptico que poseen algunos aceites como el del árbol de té, es fácil entender que en algunos casos sea recomendable el uso de un aceite esencial en una piel grasa. Si los principios activos escogidos son los adecuados, ayudaremos a controlar la producción de la glándulas sebáceas, prevenir la aparición de comedones y granos, y ayudar a aumentar la resistencia de la piel. Un dermatólogo puede ayudarte a valorar un uso y producto adecuado.
Propiedades a nivel cosmético, terapéutico, relajante o energético, dependiendo de cada necesidad o apetencia, previenen el envejecimiento prematuro y aumentan la regeneración celular. Motivos por los que ya prácticamente todas las firmas de cosmética tienen su aceite, y lo presentan como una de las fuentes de belleza más naturales y valiosas.
Un consejo práctico: cuando se trata de nutrir, lo mejor es utilizarlo por la noche. Yo caliento el producto, friccionándolo entre la palmas de las manos para hacerlo más liquido y así permitir su aplicación de manera delicada sin desplazar la piel. También se puede utilizar sobre la piel húmeda para una hidratación rápida o antes de la crema.
Mi descubrimiento
Entre las novedades, me ha gustado probar ese aceite que os he mencionado al principio del post, Nexultra O de la compañía francesa farmacéutica Universkin. Se presenta como limpiador universal "inteligente", formulado para limpiar y tratar en un mismo gesto, rostro, ojos cuero cabelludo y cabello, indicado para hombres y mujeres. Si me llama la atención este producto en este momento, es porque el final del invierno es duro para la piel, y el rostro lo acusa con sequedad, tirantez y deshidratación. La manera de limpiar el rostro puede contribuir a que estos síntomas se reduzcan. Si aplicamos una base limpiadora que tenga el poder de mantener la humedad y preserve la hidratación contribuimos, a su mejoría y cuidado.
Dirigido a tratar la piel, calmar y reparar, contiene aceite de oliva extra, extractos CO2 manzanilla y romero y el péptido biomimetico, Kollaren. En envase de 100 ml, tiene un precio recomendado de 26 euros. Esta es una opción, pero recuerda que desde los más básicos, hasta las combinaciones más sofisticadas, exóticas, delicadas y especializados, los aceites faciales son la gran alternativa para el cuidado de tu rostro. ¿Convencida?
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