La marca Remington, especializada en pequeños electrodomésticos como secadores, planchas, maquinillas de afeitar, etc. -, ha encargado a la empresa Harris Interactive una encuesta, a escala europea, realizada sobre cuatro mil adultos con edades comprendidas entre los 18 y los 40 años, que le ha permitido fisgonear en más de 4.000 cuartos de baño, dormitorios y vestidores para conocer mejor cómo se arregla la gente.
Este estudio ha revelado datos muy interesantes sobre los hábitos y rutinas que seguimos los europeos a la hora de arreglarnos. Gracias a él, podremos descubrir sorprendentes diferencias y también similitudes fascinantes. De lo que no hay la menor duda, es de que muchos de nosotros buscamos soluciones y productos que nos faciliten la vida para acabar antes y estresarnos lo menos posible al arreglarnos.
Nos guste o no, arreglarnos es una parte esencial de nuestra vida diaria. ¡Y todos lo hacemos a nuestra manera! Aunque, de media, los europeos dedicamos 23 minutos a arreglarnos por las mañanas (a pesar de las prisas y de estar medio dormidos),y 40 minutos cuando vamos a salir de fiesta o a cenar.
Más de la mitad de las personas tienen prisa por las mañanas, y casi la mitad de los polacos se levantan aletargados. En cambio, 2 de cada 5 alemanes disfrutan de las mañanas. Si nos tenemos que arreglar para una velada importante, más de la mitad de nosotros prefiere planificarlo. Los turcos son los más planificadores, y los alemanes los menos propensos a planificarse.
Las mujeres rusas son las que más tardan en prepararse para las ocasiones especiales, mientras que las francesas apenas necesitan 35 minutos. Y las españolas son las que se arreglan más rápido por las mañanas, en un tiempo récord, de... ¡17 minutos!
Todos tardamos aproximadamente un 25 % más en arreglarnos para una primera cita, en comparación con cuando salimos con nuestra pareja; y casi la mitad de los europeos tenemos que esperar a que nuestra pareja esté lista. Aunque sólo el 3 % de los hombres europeos aseguran que su pareja les tiene que esperar, mientras que más del 50 % de las mujeres dicen ser ellas quienes esperan a sus parejas.
En general, lo que más frustración nos produce al arreglarnos es el pelo y la ropa. Un 27 % querríamos tener a mano un peluquero cada día. Curiosamente, los polacos - que son quienes más dormidos suelen estar por las mañanas -, también son los más propensos a considerar que su pelo resulta indomable.
Aunque, los españoles son los que menos se fijarían en si su pareja ha cambiado de peinado. Quizá esa sea la razón por la que, al menos una de cada 10 mujeres, ha llevado el mismo peinado durante los 5 últimos años. El pelo liso es el peinado más habitual en toda Europa. Dos tercios de los hombres europeos prefieren que sus parejas lleven el pelo a la altura de los hombros, largo y liso.
Los motivos que llevan habitualmente a los europeos a eliminar el vello corporal son la sensación de limpieza y atraer al sexo contrario. De media, la mujer europea dedica 18 minutos a la semana a eliminar el vello corporal, lo que supone aproximadamente 1 hora y 20 minutos al mes o 14 horas al año.
Una cuarta parte de las francesas consideran que ser demasiado peluda es socialmente inaceptable, en comparación con solo el 1 % de las turcas. En toda Europa, la mayoría de hombres prefieren que su pareja sexual femenina se cuide en lo que respecta al vello corporal. Sin embargo, al menos el 10 % prefieren que las piernas, ingles y partes íntimas se dejen al natural.
Las mujeres europeas son mucho menos quisquillosas con relación al vello corporal de sus parejas sexuales masculinas. Más de tres cuartas partes de los hombres europeos eliminan el vello corporal, y el 53 % lo hacen también en sus partes íntimas. Tres cuartas partes de los alemanes, turcos y rusos eliminan vello de las axilas.
El top cinco del rechazo
- Mal olor corporal
- Grosería
- Mal aliento
- Pelo en el cuerpo
- Ropa inadecuada
La conclusión del estudio "How the World Gets Ready" es que, por encima de todos, los resultados sugieren que tanto los hombres como las mujeres dedicamos más tiempo a cuidar nuestro aspecto que antes. Y esto es una excelente noticia, ¿no os parece?
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