Tamará Falcó ya ha pasado por ello: fue objeto de las críticas y comentarios sobre su peso hace un tiempo, y eso que se debían a cuestiones de salud. ¿Por qué nos interesan tanto los cambios de peso de las famosas? Algunos medios de comunicación prestan especial atención a los cambios de peso, tanto si engordas como si adelgazas. ¿Será solo cuestión de morbo?
Lo hemos visto mil veces. Es cierto que comentar los looks de las famosas y hablar de sus cambios de imagen es la función de los medios de comunicación (como cuando se cortan el pelo), pero el problema es que la atención se centra demasiado en el peso, mucho más que en ningún otro cambio que pueda experimentar la famosa en cuestión. ¿Es más importante el peso que tu vestido, tu salud o tu trabajo?
Puedes hablar sobre un nuevo peinado de una famosa, de si ha dejado Instagram, de si tiene nueva pareja o no, pero nada suscitará tantos comentarios como cuando se habla sobre el peso.
Tania Llasera ya sufrió en su piel una atención mediática demasiado centrada en los kilos que había engordado, y a Cristina Pedroche se le ha criticado en varias ocasiones por su peso (hasta se creó el horrible hashtag de #laballenadeVallecas).
Ojo, que si adelgazas demasiado, la opinión publica también se echa encima, llegando a frivolizar y especular con una enfermedad tan grave como la anorexia. Así ha ocurrido en numerosas ocasiones con la reina Letizia o, recientemente, con la actriz Amaia Salamanca. No tenemos en consideración que hay muy diversos morfologías en las personas, y que cada uno tiene una constitución diferente. Además, que todos podemos variar de peso en determinadas situaciones de estrés. Son situaciones temporales a las que no hay que darles mayor importancia.
Pero los hombres también sufren ese acoso cuando sufren sobrepeso. Tanto Leonardo di Caprio, Russell Crow o Joaquín Phoenix han sido objeto de bromas y memes por sus cambios de peso en las redes sociales. Está empezando a pasar lo mismo con los hombres que con las mujeres, pero esa no es la igualdad que buscamos.
¿La culpa es de los medios de comunicación o nuestra? ¿Será que leemos las noticias sobre el peso de las famosas con mala intención? ¿No nos sentimos menos culpables por engordar un par de kilos en Navidades si vemos que las famosas también lo hacen? ¿Tanto interés suscita que Tamara Falcó haya engordado (además, por un problema de tiroides)? ¿Por qué, en cuanto no salimos del patrón que alguien ha marcado, por arriba o por abajo, se nos critica? ¿Tenemos que ser todas clones con una talla 38?
Lo verdaderamente importante es que nos encontremos con buena salud y a gusto con nuestro cuerpo, tengamos más o menos curvas. Y tanto Tamara Falcó como Tania Llasera han demostrado que aceptan su cuerpo tal y como es, y eso nos encanta. La definición de una persona no está en si lleva una talla 46 o una 34, sino en otras cosas mucho más interesantes.
Fotos | Gtres
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