Solo hay una persona capaz de eclipsar a la propia novia y que nadie se queje por ello: el mismísimo rey de España. Y es que Felipe VI fue uno de los invitados en el enlace de Felipe López, su ahijado, y Lorena Meana, el cual tuvo lugar este mismo fin de semana en la parroquia de Deva, en Giijón. Como era de esperar, el monarca protagonizó una espectacular llegada con su ejército de seguridad que desembocó en un gran revuelo entre los otros asistentes.
El monarca, que acudía sin la compañía de Letizia Ortiz, generó una gran alegría tanto en el novio como en la familia de este. Después de la ceremonia religiosa, que se celebró bajo unas condiciones meteorológicas fantásticas y sin una gota de lluvia, todos se trasladaron hasta el palacio de Valdesoto, situado en el concejo de Siero, para pasarlo bomba en el convite y en la fiesta.
Tal y como informan en 'El Comercio', fue el pasado mes de octubre cuando Felipe López y su padrino royal se vieron por última vez. En concreto, en los premios Princesa de Asturias celebrados en Oviedo. El mismo medio advierte que el joven está licenciado en Economía y Derecho y desempeña su trabajo en Madrid, ciudad en la que vive junto a Lorena, quien a su vez está licenciada en Farmacia.
Cabe destacar que López forma parte de los ahijados sin sangre real del padre de Leonor y Sofía. Lo mismo ocurre con la empresaria Martina Jáudanes, hija de Eugenio Jáudenes, amigo íntimo de Felipe, y el primer hijo de Álvaro Fuster y Beatriz Mira. Fue en 1990 cuando el rey apadrinó al recién casado cuando visitó San Esteban de la Cuñaba durante la primera edición del Premio Pueblo Ejemplar.
Fotos | Gtres
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