Ya podemos decir de forma rotunda que Julia Faustyna no es Madeleine McCann. Tras meses en los que esta joven polaca ha defendido hasta la saciedad ser la niña de tres años que desaparecía en los apartamentos 'Ocean Club Resort' en Praia Da Luz hace casi veinte años, la representante de la que decía ser ella ha confirmado que su hipótesis ha resultado ser fallida tal y como confirman los resultados de la prueba de ADN a la que somete a los padres de la niña.
Julia Faustyna quería por todos los medios hacerse una prueba genética con Kate y Gerry McCann, padres de la desaparecida, para comprobar si ella era Madeleine, algo de lo que sospechaba no solo por su parecido físico sino también por la negativa de los que de momento siguen siendo sus padres a aportarle fotografías y documentación de cuando era una niña.
“La historia es mucho más complicada que una joven chica polaca queriendo llamar la atención. Ella realmente creía lo que estaba diciendo y con muchas dudas sobre su infancia es fácil entender de dónde vino”, ha defendido Fia Johansson, la médium, detective y representante de la polaca.
Los resultados indican que Faustyna no tiene raíces británicas como Madeleine McCann, sino polacas, lituanas y rusas: “Tiene ascendencia 100% europea”, pero se descarta que pueda ser la otra joven desaparecida de la que sospechaban. Aunque ahora son ellas, Julia y su representante, la que desconfían de las intenciones de los padres de la polaca.
Al negarse en rotundo a someterse una prueba de ADN, Johansson asegura que “es imposible de saber seguro sin los resultados del ADN de sus padres, los resultados de las pruebas hablar de los orígenes de Julia”, sin embargo, ellos defienden que no lo hacen porque se niegan a participar del "circo mediático" que ha montado su hija en torno a su identidad.
Fotos | @persianmedium
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