El primer objetivo que tendríamos que tener en la cabeza es el de llevar una vida saludable y si en el camino, conseguimos perder algunos kilos, bienvenido sea ese cambio. La pérdida de peso debe ser una consecuencia de nuestra alimentación y no el fin de la misma.
Y para llegar a alcanzar esa vida sana tan deseada hay una serie de hábitos saludables que podemos incorporar a nuestro día a día que nos ayudarán a bajar de peso sin darnos cuenta, y son mucho más sencillos de poner en práctica de lo que parece.
Muévete más y haz ejercicio físico
Ya te hemos explicado en más de una ocasión que para conseguir que se produzca una pérdida de peso es imprescindible que exista un déficit calórico en nuestro día a día. Si no queremos reducir la cantidad de calorías ingeridas, es imprescindible que aumentemos la cantidad de calorías consumidas para que perdamos peso.
Podemos incluir el ejercicio físico como parte de nuestra rutina diaria, y hacer algún deporte durante nuestra semana para aumentar el gasto calórico.
Si eres tirando a perezosa, puedes probar alguno de estos deportes, aunque también puedes hacer llevar una vida más activa e incluir en nuestro día a día gestos que nos harán gastar más, como por ejemplo subir por las escaleras en lugar de coger el ascensor, o utilizar una mesa para teletrabajar que nos permita estar de pie, algo con más beneficios de los que imaginas.
Bebe mucha agua y olvídate de los refrescos y el alcohol
Según nos informan los expertos de Vitónica, “se ha comprobado que bebiendo un vaso de agua antes de las comidas se ingieren menos calorías” y además, la hidratación podría ayudar a acelerar ligeramente el metabolismo.
Es importante que bebamos agua, no refrescos ni alcohol ni zumos. Las infusiones (sin azúcar ni sacarina) también nos pueden ayudar a aumentar la cantidad de líquido diario que consumimos que nos ayudará a perder peso.
Come más verdura y menos carne
El “lunes sin carne” es una alternativa flexitariana al veganismo que se ha puesto de moda. Pero es mucho más, es una forma de reducir el consumo de carne procesada y carne roja, algo que la OMS recomienda, y de aumentar la ingesta de verduras y hortalizas, vitales por ejemplo en la dieta mediterránea.
Es un método que recomiendan los expertos, como la nutricionista Raquel Bernácer en su libro Lunes sin carne, y que al reducir el consumo de carne reduce considerablemente las calorías si la sustituimos por verduras.
Lunes sin carne: Consejos y recetas para cuidar de tu alimentación y del planeta (Libro práctico)
Entre horas: fruta, verdura y snacks saludables hechos en casa
Picar entre horas puede ser una auténtica perdición llena de calorías vacías que solo nos hacen subir de peso sin aportarnos nutrientes de ningún tipo. Sustituir un bollo o una bolsa de patatas por una manzana es un cambio importantísimo que nos ayudará a reducir el número de calorías.
Podemos además preparar en casa snacks saludables que son fáciles y nos ayudarán a que esta transición sea más fácil y variada.
Compra en el mercado y cocina en casa
Siempre que nos sea posible es recomendable comprar en mercado y evitar los supermercados para reducir al máximo las posibilidades de consumir procesados poco saludables, que están llenos de azúcares, grasas o sal. Si compramos en el mercado comeremos mejor, tal y como nos explican desde Vitónica, y además cocinaremos en casa.
Y el tiempo no es excusa, podemos hacer un menú semanal de batch cooking para tener la comida de toda la semana con solo cocinar un par de horas. Si además cambiamos la forma de cocinar evitando los fritos y aumentando las cocciones al vapor o asadas, el resultado será aún mejor.
Come despacio y controla las cantidades
Comer deprisa es un hábito nada saludable tal y como nos explican los expertos de Vitónica. Comer despacio nos ayuda a comer menos ya que el estómago tarda un tiempo en mandar la orden al cerebro para que nos sintamos saciados.
Otro truco es comer siempre en un plato de postre (tendrás la sensación de estar comiendo más) y llevar los platos ya servidos a la mesa para evitar la tentación de repetir o de seguir comiendo cuando ya has terminado lo que tenías en tu plato.
Trata de dormir bien y evita el estrés
El descanso es fundamental para que nuestro metabolismo funcione adecuadamente. Cuando dormimos mal, tendemos a comer peor (y más cantidad). Además, la falta de sueño y estrés pueden ir de la mano, y este último reduce las calorías consumidas por nuestro cuerpo según los expertos.
Si te cuesta dormir, puedes seguir alguno de nuestros consejos para mejorar tu rutina de sueño, y mejorar así el equilibrio de tu gasto energético.
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Fotos | Joe Gardner, Caju Gomes, Becca Tapert, Lindsay Henwood, Kinga Cichewicz y Mael BALLAND en Unsplash
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