Juan Vidal es el tercero de nuestra sección “Diseñador del mes“ en la que intentamos conocer un poco más la carrera y la forma de trabajar de aquellos jóvenes diseñadores que son el futuro de la moda española.
Al mirar el trabajo de Juan podemos respirar aliviados sabiendo que la industria española no corre ningún peligro. Sus diseños se caracterizan por ser elegantes y detallistas y consiguen que la mujer que los lleva se sienta poderosa y capaz de todo. Claro que el diseñador cuenta con ventaja, lleva viviendo entre patrones y tejidos desde la infancia.
La primera pregunta es la típica que se hace a un diseñador. ¿Cómo llegaste al mundo de la moda? Supongo que la tradición familiar tuvo algo que ver.
No soy consciente del momento exacto en el que decido meterme en el mundo de la moda, desde muy pequeño me he visto rodeado por el mundo de mis padres. Ambos se dedican a la moda.
¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con la moda?
Mi madre, sus amigas y sus clientas. En especial mi madre y los sábados noche que acostumbraba a ir de cenas, estrenar vestidos de cocktail, zapatos altos y cortes de pelo continuos.
¿Cómo han influido en tus diseños los estudios de arte, pintura y escultura que realizaste en la Universidad de Barcelona?
La cultura adquirida se aplica de forma inconsciente al formar parte de tu formación.
En el años 2005, antes incluso de finalizar tus estudios, ganas el premio a la mejor colección en el ModaFAD. ¿Cómo definirías ese momento?
Fue comienzo. Estoy agradecido a todo el equipo de ModaFAD que lo hizo posible y me hizo engancharme al carrusel que este negocio arrastra.
Muchos nos preguntamos qué se siente en esos minutos antes de presentar una colección ante el público “¿gustará? ¿no gustará?” y supongo que esos sentimientos serán más intensos al presentar tu primera colección.
La primera fue desvirgarse… estas inquieto, nervioso miedoso e inseguro… pero sigo igual.
Desde el año 2009 hasta el 2011 has presentado tus colecciones en la Valencia Fashion Week, ¿cómo fue esa etapa?
Fructífera…de madurez, de aceptación. Una etapa tranquila en la que tuve tiempo de pensar .
¿Y qué te animó a dar el salto y presentar este año tu colección otoño-invierno 2012/2013 en el OFF de Cibeles?
La necesidad de creer, el salir de ese estado de tranquilidad que te comentaba. Cuando te encuentras cómodo en un sitio es positivo pero al mismo tiempo significa que puedes quedarte estancado.
La sede madrileña del Ballet Nacional fue un marco incomparable para presentarla pero, ¿te veremos algún día dentro del recinto de IFEMA?
No lo descarto… gestionar tu propio espectáculo tiene un precio elevado en todos los sentidos. Es agotador y desesperante aunque mágico al mismo tiempo.
En estos tiempos en los que muchos diseñadores deben cerrar sus talleres o reducir presupuestos, ¿qué crees que consigue que una firma salga adelante?
La constancia, la pasión, el esfuerzo, un poco de equilibrio, quitarte muchos caprichos, reducir la velocidad de tu tren de vida, contar con gente que te apoya, vender todo lo que puedas, no olvidarte de que la moda está al servicio de la mujer y no la mujer al servicio de la moda. Tener un público objetivo y no defraudarlo. Crecer al mismo tiempo que crecen tus vestidos, siempre dar más de ti. Básicamente estar obsesionado con el trabajo.
¿Es difícil para un joven diseñador encontrar apoyos económicos?
No sé cual es la respuesta a esta pregunta. Puedo hablar por mi mismo, y tengo claro que nadie regala nada a cambio de nada.
En la Feria Internacional Zip Zone París Fashion Trade Show los coolhunters del equipo de Spiga 2 (tienda propiedad de Domenico Dolce y Stefano Gabbana) te eligieron para vender tus prendas en este espacio multimarca dirigido a jóvenes diseñadores. ¿Es este un gran paso para Juan Vidal?
Supone una recompensa emocional, una oportunidad de abrirte al mundo, y un compromiso de seriedad.
Además, desde hace unas semanas se pueden comprar tus prendas en la web de Luisa Via Roma y en un pequeño córner en la propia tienda. ¿Cómo nació esta relación con el retailer online?
La aventura fue la de presentarles el producto aprovechando el posicionamiento de la marca por Spiga2. Coger con los mínimos medios económicos posibles la colección en una furgoneta y conducir hasta Florencia para llevar la colección. Un encuentro con los directores de la tienda y los encargados de compra, presentar la colección y probar suerte.
Fotos | Juan Vidal
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