Los genios siempre sorprenden. El saber hacer creativo nunca puede limitarse a una sola disciplina, diseñadores que se hacen fotógrafos, creadores que se convierten en directores de cine, perfumistas o decoradores. El último ejemplo lo tenemos en la figura del terrible, por genial, John Galliano quien no contento con sus colecciones para Dior y propias, debe tener tiempo en sus horas de dormidera para no dejar el lápiz ni un segundo.
Su última creación, el árbol de navidad del hotel Claridge de Londres. Inspirado en el hielo y en sus mujeres nómadas y polares, es frío, tortuoso..genial.
¿No os parece que el árbol en cuestión podría perfectamente formar parte de un museo de arte? Cierto es que el decorado del lugar no parece acompañar el estilo del arbolito, pero su majestuosidad todo lo puede.
Fotos| Flash trash
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