No sólo no ayuda si intentan entrar a nuestra casa por la fuerza, sino que además puede perjudicarnos en caso de que tengamos una emergencia en casa
Vivo sola desde hace años y cuando me independicé mi madre me repitió una y otra vez esta frase: “acuérdate de echar la llave antes de irte a la cama, a ver si te va a pasar algo”. Lo hago siempre. Cuando entro en casa cierro la puerta con llave y esta se queda colgando de la cerradura. Hasta ahora.
Samuel Pietro, experto del Instituto Superior de Seguridad Pública (Netpol) es la voz de la sabiduría. En una entrevista con Bárbara Gurrea, creadora del podcast 'El Panda Inversor', la joven hacía una pregunta que era la representación misma de mí: “¿Qué pasa si dejo la llave echada y me voy a dormir porque siento que así estoy más segura?”. Pues lo que pasa es que, aunque nos dé sensación de seguridad, dejar la llave puesta en la cerradura ya sea por la noche mientras dormimos o durante el día, “no ofrece ningún tipo de seguridad”. Es más “puede ser incluso contraproducente”.
Por qué no deberías echar la llave y dejarla puesta por dentro
Lo que ocurre es que pensamos (me incluyo) que este hábito no solo es bueno, sino que es seguro e impide que se pueda forzar la cerradura para entrar a robar. Spoiler, no lo es. En la mayor parte de los países de Europa las cerraduras que impiden abrir con una llave puesta están prohibidas, como explica el experto. “El bombín de embrague simple, que si yo dejo la llave puesta por dentro y girada no se puede abrir desde fuera, está prohibido”, explica, y añade que “en la última norma de fabricación de bombines se hablaba de que también lo iban a prohibir”.
Así, aunque dejemos las llaves puestas por dentro de casa no conseguiremos impedir que se pueda forzar la cerradura ya que realmente no ofrece ningún tipo de seguridad. “Existen métodos bastante simples que podrían permitir abrir una puerta incluso con la llave puesta desde el interior", advertía el experto en el programa. Los ladrones pueden superar ese obstáculo con imanes o con el bumping, una técnica que utiliza una llave especial casi maestra diseñada para abrir la mayoría de cerraduras y que al recibir un golpe de martillo consigue alterar los pistones del cilindro.
Pero más allá de que puedan abrirnos la puerta aún con la llave echada y puesta por dentro, si la dejamos podríamos perjudicarnos a nosotros mismos en caso de emergencia. Si la persona que está durmiendo sufre una emergencia médica y ha dejado la llave echada, es posible que no se pueda abrir la puerta por fuera con la llave, algo común en los servicios de teleasistencia para personas mayores que tienen una copia de las llaves de casa para estos casos. “Al llegar, pueden encontrarse que las llaves están colocadas en la cerradura por dentro, impidiendo el acceso", explicaba Prieto. Además, si dejas la llave puesta en el bombín por dentro, sales de casa y tiras de la puerta, por mucho que tengas una llave de repuesto e intentes abrir, no lo conseguirás y te tocará llamar al cerrajero.
Aunque nos de sensación de seguridad, lo cierto es que no se hará nada, porque en la actualidad la mayor parte de los bombines que se instalan son de embrague doble, como el que tengo instalado en mi casa, por lo que se puede abrir y cerrar la puerta por dentro como por fuera y aunque la llave esté puesta en la cerradura.
Fotos | PhotoMIX Company en Pexels, Maria Ziegler en Unsplash
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