La era de la supremacía de las tazas graciosas ha pasado definitivamente a mejor vida (aunque yo no piense renunciar a ellas). Ahora de lo que presumen las chicas más estilosas de TikTok y Pinterest cuando se toman el café o su té matcha es de sus tazas de diseño. Aunque la más popular y codiciada es la Chunky Cup de Gustaf Westman. Hechas de cerámica y en Portugal, se han convertido en un icono gracias a sus colores vivos y formas suaves y orondas, mezclando en un solo artículo el minimalismo y el maximalismo.
Nos encantan las tazas (con su platito incluido) de Gustaf Westman, pero no son aptas para todos los bolsillos. Cada una tiene un precio de 65 euros, a los que hay que sumarle otros 15 euros de gastos de envío. Lo bueno es que, como sucede con cualquier producto viral, los dupes no se han hecho esperar.
Sin ir más lejos, en Flying Tiger podemos encontrar una por 57 euros menos que es prima hermana de la del estudios sueco. Se diferencia, principalmente, en que la de la marca low cost danesa es más bubbly. De hecho, la descripción en la página web es "taza burbuja con platillo". Además, está disponible en un único color: morado.
Flying Tiger
Con una capacidad de 550 ml, tiene un asa de burbuja y viene con un platillo a juego, añadiendo un toque juguetón a tu colección de vajillas. Sus medidas son de 17,2 x 11,6 x 14,8 cm. A diferencia del modelo de Gustaf Westman, esta es apta para el lavavajillas. Aunque el platillo si que requiere lavado a mano.
Su precio es de solo 8 euros y está disponible en web y en tienda física, aunque por este medio es más difícil de encontrar porque, como era de esperar, es un auténtico superventas.
Foto de portada | gustafwestman
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