El truco del rotulador: la forma más fácil, rápida y efectiva de limpiar los railes de cualquier ventana

Es un rincón de la casa en el que suele acumularse mucha suciedad y que no limpiamos lo suficiente

Jason Yuen Uqbmfv4u0wc Unsplash
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María Yuste

Editor Senior
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María Yuste

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No me siento orgullosa pero, cuando me toca limpiar la casa, se me suele olvidar que las ventanas existen... hasta que se hace evidente que están ahí y que también acumulan suciedad. Esto se debe a que es una de las zonas más complicadas y laboriosas de dejar como los chorros del oro en un hogar. Por suerte, existen los trucos. Ya vimos como hacer que fuera fácil limpiar las persianas por fuera y ahora también tenemos uno para hacer lo mismo con los rieles de las ventanas.

No queremos fijarnos pero los rieles de las ventanas pueden llegar a acumular mucha suciedad. Desde polvo y óxido hasta hojas, piedras pequeñas y otros residuos. Esto no solo resulta antiestético y da una imagen de falta de higiene, a la larga puede afectar al funcionamiento de las ventanas.

Lo recomendable es hacer una limpieza semanal de los rieles para evitar posibles problemas. Sin embargo, no lo ponen fácil a la hora de dejarse pasar un trapo. Al menos hasta que descubres que con solo una esponja y un rotulador se convierte en una tarea que se hace de forma rápida y sin esfuerzo.

Una esponja, un rotulador y un cúter

Con solo estos dos objetos que todos solemos tener ya por casa vamos a poder conseguir que los rieles de cualquier ventana queden limpios, incluso en sus rincones menos accesibles. Eso sí, para ponerlo en práctica, hay que hacerle una pequeña intervención a la esponja.

Image 1 Trendencias (con Grok)

En primer lugar, hay que ponerla sobre los rieles y marcar con un rotulador los puntos en los que esponja y rieles se tocan. De este modo, podemos hacerle a continuación unos cortes con un cúter o unas tijeras a la esponja para que esta se adapte y encaje perfectamente con la forma de los rieles. Gracias a su forma, podremos limpiarlos a la vez por dentro y por fuera.

Ahora que ya tenemos nuestra esponja adaptada, solo hay que humedecerla con agua y jabón y pasarla por los rieles hasta que el marco de nuestra ventana haya quedado limpio, de forma rápida y sencilla. Eso sí, después, acuérdate de limpiar bien y desinfectar la esponja. No es de un solo uso así que te servirá para repetir la operación muchas otras veces más.

Foto de portada | Jason Yuen

Foto de interior | Trendencias (con Grok)

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