Normalmente nos hacemos eco de los looks de grandes diseñadores que lucen las celebrities, pero la profesión de estrella, como ya comprobamos con la huelga de guionistas, es muy proteccionista: todos hacen piña con todos, y aunque se hagan la competencia dentro de la pantalla o encima de un escenario, fuera de ellos, se apoyan de manera casi sindical. Yo creo que todo esto lo empezó Madonna cuando le dió por ponerse camisetas de Britney Spears, y viceversa, se creó entre ellas un vínculo muy especial casi sin quererlo y sin intención promocional; y no son las únicas. Victoria Beckham adora a Katie Holmes; Keira Knightley ama a Sienna (Miller), y Jennifer López y Eva Longoria a Vicky Becks. Y vuelta a empezar.
Es normal que se formen alianzas entre ellas, ya lo dice el dicho: si no puedes con tu enemigo, únete a él. Aunque quizás se ajustaría más un "hoy por tí y mañana por mí", a todas les da al final por meterse a diseñadoras, y saben que su círculo de amigas y no tan amigas, es la mejor publicidad. Que para defensoras de los modistos consagrados ya están Ana Wintour y compañía, y eso del intrusismo, en las altas esferas, está muy mal visto.
Aquí va un repaso por las actrices que visten de actrices, y viceversa.
Las mejor relacionadas en el mundillo y pioneras en todo esto son sin duda, las gemelas Olsen, Mary Kate y Ashley son "las más llevadas" por sus homólogas, y lo que es mejor aún, ellas suelen ir de ellas mismas. ¿Y porqué no? Eso demuestra que son coherentes y realmente hacen cosas que les gustan. Heidi Klum, Natalie Portman y Nicole Richie, son algunas de las fans incondicionales de su aire vintage glam, sus blazer, son de los más buscados; ese que lleva Heidi en la foto de arriba se lo vemos más abajo a Rihanna, y el vestido color frambuesa de Natalie, de su línea Elizabeth and James, a vista de pájaro, casi podría pasar por ser un Lanvin.
Lauren Conrad, a pesar de ser del gremio no tiene ningún problema en vestir de sus amigas aunque pueda jugar en su contra, aquí la vemos con un bonito vestido de chiffon, que si fuera un pelín más barato, cuesta 347 dólares, y de rebajas, aquí, yo también me lo compraría.
Christina Ricci también quiere a las Olsen, pero ella prefiera su otra línea, The Row, algo más cara que la otra, y a la que pertenece este bonito vestido verde (que sí, también me quedaría).
Kate Bosworth, muy amiga de Sienna Miller, aunque no tanto como la Knightley, aunque esta última prefiere a Topshop, suele ir mucho de Twenty8Twelve, la firma que tiene la actriz de orígen inglés pero nacida en Nueva York junto a su hermana, y aquí la vemos con uno de sus curados blazers, una de sus prendas fetiche en su día a día.
Reese Witherspoon es sin embargo fan de la línea de la cantante Gwen Stefany, L.A.M.B.
Bien es sabido por todos que Victoria Beckham tiene dividido el corazón entre Katie Holmes y Kate Beckinsale, que aquí luce unos jeans de su colección dvb (ya que a Katie le da por vestir los de Tom...), de esos tan caros y que cuestan 242 dólares para ser más exactos.
A su vez, Victoria Beckham, es amante de las prendas que idea Choë Sevigny para Opening Ceremony, en especial le gusta su toque retro, como el de esta falda lápiz con la que la veíamos hace algún tiempo y que tanto gustó.
Amy Adams, esa cenicienta moderna, se decanta por Milla Jovovich y su socia, que forman Jovovich-Hawk, otras amantes de lo romántico, que hacen vestidos con sabor a pasado como este negro.
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