Whitney Port es la otra Lauren Conrad. Su compañera de aventuras en esa serie “de culto” que desde una plataforma a medio camino entre realidad y ficción consigue que todas las adolescentes quieran ser Anna Wintour.
No nos engañemos: trabajar en la biblia de la moda por arte de magia es una utopía casi tan impracticable como que un día, mientras haces cola en una las macro tiendas de Nespresso, George Clooney te cambie una monodosis por un beso. Pero es que si antes todas las madres querían que sus hijas fueran médicos, hoy, las progenitoras de medio mundo quieren que sus vástagas se metan a editoras de moda.
La cuestión es que Port, californiana de nacimiento y rubia del montón, graduada en algo que en Estados Unidos llaman “estudios de género”, forma parte del elenco de The Hills, aunque en breve, concretamente el 29 de diciembre, se trasladará a Nueva York par protagonizar su propio spin-off, The City, en el que se narrará su experiencia en la gran manzana a las órdenes de Diane Von Furstenberg.
De su paso por la redacción de Teen Vogue y el Women’s Wear Daily (más conocido como WWD, es una publicación de mucho prestigio y pertenece a Condé Nast desde 1999) le queda el aire de trendsetter las 24 horas del día, y obviamente, además de chica “it” en su país de nacimiento, es diseñadora.
Su línea de ropa se llama Eve & A y es el reflejo mismo de un estilo descafeinado, convencional y simplón: a veces, es mejor limitarse a ejercer de observadora.
La cosa es que la serie que protagonizará en breve, seguramente, será un éxito, y es que los productores estadounidenses han encontrado su gallina de los huevos de oro mezclando el formato telenovela con la moda.
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