Dentro de los tipos de comunicación que podemos usar cuando nos relacionamos, hay una que es especialmente irritante: usar un lenguaje pasivo-agresivo. La comunicación pasivo-agresiva es un patrón en el que se expresan sentimientos negativos de forma indirecta en lugar de abordarlos abiertamente. Por ejemplo, contestar que no te pasa nada cuando tu pareja te pregunta, pero mostrar un enfado que no coincide con que no te pase nada. Como explican en Mayo Clinic, “hay una desconexión entre lo que se dice y lo que se hace”.
Para Bowe, experto en oratoria y autor del libro ‘I Have Something to Say’, “cuando las personas perciben que escuchan algo cargado de tensión emocional, pero no entienden qué significa, no saben cómo responder”. Con más de 25 años de experiencia, afirma que si hay algo que hace que las personas confíen en ti es tu forma de hablar, y si no nos comunicamos bien, podemos parecer maleducados sin pretenderlo siquiera. El experto aconseja evitar estas frases porque son pasivo-agresivas y una muestra de mala educación y de inmadurez emocional. Y aunque no siempre podamos decir y hacer lo correcto, esto puede ser un recordatorio de que debemos escuchar más y pensar antes de hablar.
“No lo tomes a mal, pero…”
Es, en sí misma, una frase ofensiva, aunque no fuera la intención. Muestra una falta de respeto porque sabiendo que lo que vas a decir puede ofender a otra persona, lo dices igual, demostrando muy poca responsabilidad afectiva. Para el experto, muestra una incapacidad para comunicar comentarios o críticas de manera respetuosa, y responde a la lógica errónea de que si le dices a la gente con antelación que vas a ser grosero, está bien hacerlo. En su lugar, el experto aconseja pensar antes de hablar. Un obviedad más que necesaria. Lo ideal sería que te centraras en el problema que quieres resolver, y decir algo como ”¿Es un buen momento para hablar? Hay algo que me ha estado preocupando”. Sencillo y asertivo.

“Haz lo que creas que es mejor”
Hace poco te explicamos que la frase “haz lo que quieras”, era un mensaje oculto para decir en realidad “haz lo que digo”, y una forma de terminar con la conversación. “Haz lo que creas que es mejor” funciona igual si se emplea con un tono de desdén. Según Bowe, “transmite desacuerdo o insatisfacción con un resultado o una decisión sin abordarlo directamente, y sin intentar ser constructivo”. Queremos terminar una conversación que nos hace sentir incómodas. Pero hay mejores formas de terminar las conversaciones, como por ejemplo, “No estoy seguro de estar de acuerdo. Déjame pensarlo”, que invita a cerrar, pero sin pasivo-agresivo.
“Estoy bien” (cuando no lo estás)
Es un clásico del lenguaje pasivo agresivo como “no me pasa nada”, que representa una “negativa a comunicar sentimientos con sinceridad”, como afirma el experto en oratoria. Evidentemente en este caso el tono es importante, y si notas cierto resentimiento es que hay algo escondido. En su lugar, si no te apetece comunicar algo en ese momento, puedes decir que no te gusta la situación, pero que no te apetece hablarlo.
“Odio decir esto, pero…”
Bowe asegura que esta frase “casi siempre va seguida de un comentario ofensivo que el hablante no odió lo suficiente como para no decir”. Quien lo escucha se siente confundido y es probable que ni entienda lo que ocurre. En la CNBC el experto daba un par de alternativas: “Necesito decirte algo que quizá no te guste” o simplemente sin entrar en si le molestará o no con un “Tengo algo que me gustaría decirte, si es un buen momento”.
“Debe ser agradable”
Alguien te cuenta algo bueno que le ha pasado, una cosa de su vida que le gusta o algo que hace y de lo que se siente orgulloso y a ti se te escapa entre los dientes una frase que esconde “ira, autocompasión y celos bajo la apariencia de un pseudocumplido”, explica Bowe. Puede que solo pienses que no se merece lo que tiene, pero sea como fuere es de mejor educación (y más saludable) felicitar a otro por sus logros de una forma más sincera o con un simple “¡Genial!”.

“Vaya, yo nunca podría hacer eso”
En tu cabeza suena a cumplido, pero en sus oídos suena a juicio. El experto dice que aunque “es probable que estas palabras signifiquen lo que dicen, la mayoría de quienes las escuchan te oyen decir: ”¡Vaya! Yo jamás haría eso”. En su lugar, puedes profundizar más con un ¿cómo funcionó? y mostrar así verdadero interés.
Fotos | Mejor... imposible (1997)
En Trendencias | Mi pareja tiene hijos de una relación anterior: guía de supervivencia para empezar con buen pie
En Trendencias | Las 29 mejores películas románticas y de amor para ver en pareja (y dónde encontrarlas todas)
En Trendencias | Las 32 mejores series de Amazon Prime Video que puedes ver ahora mismo
Entrar y enviar un comentario