Cuando comencé a lavar la ropa por mi cuenta, he de reconocer que hubo momentos en los que tuve que echar mano del teléfono y preguntar a la persona que más sabe de estas cosas: mi madre. Claro, que no es cuestión de ser pesada, así que con los consejos que ella me había dado y lo que me fui enterando por mi cuenta, la tarea de poner la lavadora se hizo mucho más llevadera y fácil. Y es que, en el fondo, es algo muy sencillo. Por ello, qué mejor que hacer una selección de consejos para no equivocarnos.
Las etiquetas, esas grandes aliadas
Yo no sé vosotras, pero a mí las etiquetas de la ropa me molestan un montón, sobre todo, porque últimamente son tan grandes que hasta me pican. Por ello, muchas veces (la mayor parte), las suelo cortar no sin antes leerlas con mucho detenimiento. Y es que esas etiquetas, nos van a dar la clave de cómo lavar nuestras prendas de ropa.
En ellas, vamos a tener información muy valiosa del tipo de prenda que tenemos y si se puede lavar en lavadora o es preferible a mano, la temperatura adecuada, si admite lejía, secadora y si se puede planchar y, también, a qué temperatura. Vamos, que nos da las claves para no meter la pata a la hora de meter las prendas a la lavadora. Tenedlas siempre muy en cuenta, y si sois como yo que las quitáis, primero hay que echarles un buen vistazo.
Separar es la clave, ¡tú por un lado y tú por otro!
Si no lo habéis vivido en propias carnes (sois afortunados, entonces), habréis visto la típica imagen en la que la ropa blanca sale rosa de la lavadora gracias a que se ha colado una prenda roja. Pues bien, para evitar este tipo de cosas, lo primero que hay que tener en cuenta, es que hay que hacer selección de ropa, la blanca por una parte y la de color por otra. Aquí no podemos hacer un totum revolutum si queremos conservar en condiciones nuestra ropa, si mezclamos sólo nos llevará a que nuestras prendas adquieran colores raros, teñidos y similares, que no son nada fáciles (o imposibles) de arreglar.
Así que ya sabéis, este otoño-invierno el blanco y negro es tendencias, es una combinación ganadora y triunfarás como nadie. Eso sí, tengamos claro que a la hora de lavarlos, cada uno por su lado, si no queremos tener más de un disgusto.
¿En frío o caliente? He ahí la cuestión
Como me decía mi madre, ante la duda, en frío. Y así lo hago. Las temperaturas más altas (hasta 90 grados algunas lavadoras) son para ropa muy sucia y tejidos que aguantan perfectamente el calor sin tendencia a encoger (ropa de trabajo de lona y similares). Por ejemplo, los 40/60 grados pueden ser adecuados para toallas, así como ropa de trabajo del tipo monos y similares. Sin embargo, para el algodón más de 30 grados no es adecuado, corremos el riesgo de que nos encoja, y para prendas de color casi mejor el frío para evitar que destiñan.
Una vez más, lo mejor en este caso es ir a las etiquetas a ver qué nos aconsejan. la mayor parte, salvo prendas más delicadas, nos permitirán los 30 grados, es la temperatura más estándar, aunque como os digo, en frío lavaremos mucha ropa también.
Qué locura con tanto programa
Lo sé, al principio, sobre todo, cuando nos enfrentamos a una lavadora parece que estamos ante una máquina del tiempo con tanto programa, tantas posibilidades. Pero la cosa es bien sencilla, lo suyo sería echar un vistazo a las instrucciones de nuestra lavadora, con un vistazo sabremos perfectamente a qué nos enfrentamos.
Normalmente la división en en relación al tipo de tejido. Así para nuestra ropa más delicada están los programas específicos, más cortos y centrifugados más suaves, donde podemos englobar también los de Lana, son programas que evitarán que se nos estropeen esos jerséis de punto que tanto nos gustan y tan calentitos para el invierno, así como esa ropa que merece un especial mimo.
Luego tenemos los programas más estándar para todo tipo de tejidos que aguanten bien los centrifugados y los programas largos, donde podremos variar la temperatura.
Como podéis comprobar, con unos sencillos consejos podemos conseguir que gracias a un lavado adecuado nuestra ropa dure más y se conserve en mejor estado como el primer día. No tiene misterio alguno.
En Espacio Protex | Las etiquetas de la ropa I: Qué significa qué En Espacio Protex | Aprende a cuidar tu ropa
