Una de las primeras cosas que hacemos frecuentemente cuando adquirimos una prenda nueva suele ser deshacernos de esas molestas y antiestéticas etiquetas kilométricas que alguien colocó ahí, aparentemente solo para fastidiar. Primer error de mantenimiento.
A no ser que seas alguien excesivamente meticuloso y lleves un registro en Excel de todas tus prendas, su composición y sus recomendaciones de lavado, mi consejo es que no te precipites y leas, al menos, el contenido de estas etiquetas antes del tijeretazo. ¿Que no entiendes la simbología utilizada? No te preocupes, nosotros podemos ayudarte en ese aspecto.
En este primer post vamos a descifrar los símbolos más frecuentes y recomendaciones del fabricante para el mantenimiento de las prendas más utilizadas. En un segundo post hablaremos de símbolos especiales para esas prendas delicadas, que requieren un cuidado meticuloso y que no admiten muchas de las indicaciones más comunes.
Normalmente las etiquetas traen información sobre su origen, el fabricante, la composición de la prenda en porcentajes, las recomendaciones de lavado, secado y planchado…es precisamente este último apartado el que vamos a analizar hoy.
Las prendas más resistentes soportan lavados y secados a máquina a temperaturas altas y pueden ser planchadas con vapor con el termostato a tope. Por el contrario, las más delicadas con frecuencia requieren un lavado a mano o en seco y no toleran bien el calor de la plancha.
El lenguaje de los símbolos
En el cuadro anexo, explicamos la simbología más frecuente. Lo lógico es agrupar las prendas por características similares para optimizar el lavado, teniendo en cuenta que las indicaciones de la etiqueta son los máximos recomendados. Por ejemplo, si tenemos un pantalón que puede lavarse a máquina a 50º y otro en cuya etiqueta aparece el símbolo de lavado máximo 30º, lo lógico en condiciones de suciedad normales sería lavarlos juntos a 30º.
Los lavados a temperaturas muy altas ayudan a eliminar suciedad incrustada o manchas, pero envejecen antes las prendas. Los secados y planchados a altas temperaturas agilizan las tareas, pero a costa de la “salud” de nuestra ropa.
Además tenemos que tener en cuenta otros aspectos como los colores y su posible trasferencia a otras prendas, el coste energético de nuestra elección, el tiempo disponible…pero recuerda que por muy “inteligentes” que sean tus electrodomésticos, las etiquetas de la ropa están ahí para algo. A partir de ahora ya no guardan ningún secreto para ti.
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