Sobre deseos y esperanzas para la vida no hay nada escrito. Existen tantas elecciones posibles como personas en el mundo y, siempre que no se haga daño a nadie, son todas igual de legítimas. Esto mismo ocurre cuando hablamos concretamente de la maternidad.
Muchas mujeres eligen, de manera completamente libre y en su pleno derecho a no ser cuestionadas, no ser madres nunca. Otras, sin embargo, como es mi caso, hemos querido tener hijos desde que tenemos memoria. Personalmente, no recuerdo un momento de mi vida en el que no tuviera claro que, llegado el momento, querría tener hijos.
El problema se da cuando llega el momento y, por mucho que tú quieras una cosa, la vida tiene otros planes. Esa es la dura realidad que algunas mujeres, con el deseo de ser madres, tienen que enfrentar la primera vez que un médico les confirma que no podrán tener hijos biológicos.
El impacto emocional de no poder tener hijos
Esta realidad puede ser difícil de asumir incluso en el caso mujeres que estaban seguras de no querer hijos. Asumirlo cuando siempre los has querido es, por tanto, para muchas de estas mujeres quizás el proceso más duro de su vida.
El impacto emocional que esto provoca puede llevar a las mujeres a sentirse culpables, llegando a analizar todos los actos de su pasado que hayan podido llevarlas a la infertilidad, pero también culpables por privar a sus parejas de la paternidad. Además, esta situación puede llegar a generar ansiedad, aislamiento social - por la dificultad que puede suponer compartir lo vivido - e, incluso desembocar en una depresión.
Pasar por un proceso de aceptación que, en algunos casos, suponga asumir que quizás se vaya a vivir una vida sin hijos y hacer las paces con la idea de que la vida puede ser igualmente completa y feliz sin haber podido ser madre es laborioso y, en algunos casos, se puede necesitar ayuda profesional que facilite pasar el duelo del hijo nunca tenido.
Claves que pueden ayudarnos a sobrellevar no poder ser madres
La importancia de la comunicación y de pedir ayuda
Tanto si tenemos pareja como si no, es importante que recordemos mantener la comunicación con las personas que nos quieren y que, en mayor o menor medida, están pasando por esta situación con nosotras.
Puede ser tentador aislarnos y no hablar sobre el tema ni sobre nuestro sufrimiento con otras personas, pero las emociones acaban encontrando la manera de salir a la superficie. Por ello, hablar con nuestra pareja, con nuestros familiares o con amigos puede ayudarnos a liberar esas emociones y a los demás a ayudarnos de la mejor manera posible.
Además, solo de esta manera podremos saber cómo se siente nuestra pareja y apoyarnos mutuamente, en vez de aislarnos y no compartir nuestras emociones puede ser un buen primer paso para curarnos. En estas situaciones la culpabilidad suele hacer su aparición y hablar con nuestra pareja y quienes nos quieren puede ayudarnos a deshacernos de ella.
Obtener toda la información que podamos
Dicen que la información es poder y en este caso puede ayudarnos a saber exactamente cuál es nuestra situación y lo que podemos esperar de los próximos meses y años. Cuanta más información tengamos menos incertidumbre sentiremos y antes podremos empezar a prepararnos para el siguiente paso.
Encontrar los otros aspectos de nuestra vida que nos motivan y llenan
Cuando recibimos una noticia como esta puede llegar a parecer que toda nuestra vida deja de tener sentido. Para algunas personas puede sobrevenir una sensación de estar incompleta o de no poder cumplir con un propósito y perder el sentido de la propia vida.
Es por ello que es importante pensar de manera objetiva en las cosas que nos han hecho felices hasta ahora y seguirán haciéndolo. Los logros que hemos obtenido, las personas que nos quieren y queremos y nuestras futuras metas y objetivos.
Pide ayuda profesional
Ante situaciones tan privadas e íntimas parece que tendríamos que ser capaces de superarlo por nosotras mismas o en la intimidad de nuestros hogares. No es raro que nos sobrevengan pensamientos como "tampoco es para tanto" u "otras personas lo superan". La realidad es que cada uno de nosotros sentimos y vivimos las cosas de una manera diferente.
Y todas nuestras emociones y sentimientos son importantes y tenemos derecho a ellos. No hay nada malo en estar tristes por algo perdido y es perfectamente legítimo necesitar ayuda ajena y objetiva para conseguir las herramientas para superarlo. Al fin y al cabo, se trata de pasar un duelo y la ayuda profesional puede sernos de gran utilidad.
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