Cómo hacer un hockey de mesa para jugar con niños con tres cosas que ya tienes en casa

Detrás del juego de un niño se esconde mucho más que diversión. Según Unicef, el juego desarrolla los sentidos, la motricidad y las emociones de los niños, y para los más pequeños es la forma de aprender y desarrollar habilidades importantes para la vida que pueden ir desde la resolución de problemas hasta la expresión de ideas, y fortalecer el vínculo familiar. Y no necesitamos comprar nada para conseguirlo.

El ejemplo que te proponemos hoy es simular una de esas mesas de air hockey que son un clásico en los recreativos. Si la compramos nos gastaremos más de 25 euros y además sería en un formato muy pequeño. Lo bueno es que el hockey de mesa es algo que podemos hacer fácilmente en casa con un disco y dos cajas de pañuelos. Sí, como lo oyes. Este clásico puede replicarse en casa sin gastarnos nada, solo cogiendo algunas cosas que ya tenemos en casa.

Cómo hacer un hockey de mesa casero

La idea para hacerlo en casa la hemos visto en TikTok. Concretamente en el perfil de Karolina Prokopiuk, @melon_owe, una madre que aprovecha las redes sociales para compartir ideas de juegos a partir de lo que tenemos en casa para facilitarnos la vida. En este caso solo necesitamos hacer un “campo” de juego poniendo un par de líneas paralelas con, por ejemplo, bloques de LEGO, fichas de construcción o cualquier cosa que se te ocurra. Karolina lo hace directamente en el suelo, lo que resulta ideal para jugar con niños más pequeños, pero podríamos hacerlo sobre una mesa.

Para la ficha podemos usar algo que deslice bien como un cartón cortado en forma de círculo o incluso la tapa de un bote de conservas. Si no quieres que haya riesgo de que el suelo se raye, puedes optar por hacer un círculo con un fieltro grueso. Si el disco se levantara demasiado te doy un truco extra: coge dos círculos iguales y mete una moneda entre ellos y con ayuda de una pistola de pegamento termofusible, pega ambos círculos dejando la moneda encerrada dentro. Así tendremos algo más de peso. Para golpear el disco, un paquete de pañuelos de los que ya tenemos en casa. Si quieres, puedes poner un hilo en mitad del campo que esté levantado para que el disco pase por debajo. Y voilá, hockey de mesa (o de suelo en este caso), listo para divertirnos.

Con esta idea de juego conseguimos que nuestro hijo mejore la coordinación mano-ojo y los reflejos. Además, se desarrolla el control motor y se mejora la concentración. Además ahorramos dinero y, mucho más importante, estamos fomentando la creatividad. No solo la nuestra sino la de nuestros hijos que verán que con un poco de imaginación podemos tener horas de diversión. Y el rato jugando juntos será una forma estupenda de fortalecer vuestro vínculo sin gastarte dinero y sin necesidad de salir de casa.

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Fotos | Tanaphong Toochinda en Unsplash

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