Las cinco reglas que los padres deberían enseñar a sus hijos si quieren que sean resilientes y socialmente más fuertes que la mayoría

Deseamos que nuestros hijos se conviertan en adultos con autoestima y confianza y, según una psicóloga experta en adolescencia, es esencial que en casa también se hable de la amistad

Queremos que nuestros hijos se conviertan en adultos resilientes, emocionalmente inteligentes y capaces de desenvolverse cuando sean adultos como buenas personas. Queremos que sean adultos con autoestima y confianza, seguros de sí mismos. Para conseguirlo, la clave es que los padres les den seguridad desde niños y según los expertos, la validación es una de las herramientas más poderosas para conseguirlo.

Es lo que afirma la doctora Roni Cohen-Sandler, psicóloga clínica especializada en relaciones entre madres e hijos adolescentes. La autora de libros como ‘I'm Not Mad, I Just Hate You!: A New Understanding of Mother-Daughter Conflict’ o el más reciente, ‘Anything But My Phone, Mom!’, sabe lo complejas que son las relaciones, especialmente con adolescentes y preadolescentes. Y no hablamos de las que tenemos con ellos, sino de las que ellos tienen con otros: sus amigos.

Las amistades en la infancia son esenciales para que los niños desarrollen ciertas habilidades sociales, pero no solo esto. Las investigaciones demuestran que al menos una amistad fuerte y saludable predice un buen rendimiento escolar y también una mejor autoestima y menos ansiedad, lo que se traduce como bienestar en nuestros hijos. Son más felices.

Cuando los niños pasan por situaciones complejas con sus amigos, la validación emocional es la clave. Cohen-Sandler explicaba a la CNBC que “validar los sentimientos de tu hijo no significa necesariamente que apruebes o estés de acuerdo con las acciones que realiza. Simplemente significa demostrarle que lo escucha, lo comprende y lo acepta”. Con esto, el niño aprenderá a etiquetar sus emociones y a diferenciarlas, el primer paso de una correcta gestión emocional, y con ello estaremos desarrollando su inteligencia emocional. Los padres que lo consiguen, siempre hacen estas cinco cosas:

Dan cariño hasta en las situaciones más complicadas

Existen numerosos estudios que demuestran la efectividad del contacto físico en las relaciones, también durante los conflictos. Recibir un abrazo, puede ser capaz de reducir la presión arterial y generar sensación de seguridad. Con tu hijo también ocurre.Si queremos que nuestro hijo se sienta seguro y acompañado, “el consuelo físico puede ser más inmediato e impactante que cualquier garantía verbal”, explica la experta. En lugar de empeñarnos en tratar de resolver su problema, en explicarles lo que deben hacer y lo que no, a veces como seres humanos solo necesitamos que nos escuchen atentamente y sentirnos acompañados y queridos, y nuestros hijos también.

Normalizan las experiencias

¿Por qué fingir o decirle a nuestros hijos que las relaciones son perfectas y que no deben pelearse con sus amigos? Es importante recordar a los niños que es completamente normal que las relaciones con otros, como sus amistades, pasan por altibajos. “Ninguna amistad es perfecta. En las relaciones duraderas, los amigos cercanos inevitablemente decepcionan, irritan o cometen errores de vez en cuando”, explica la experta.

Es necesario que no escondamos bajo el prisma de la percepción aquello que no lo es. Si no sabemos cómo hacerlo cuando nos cuenta la pelea que ha tenido con su mejor amiga, prueba a contarle una situación similar en la que hayas sido tú protagonista de la historia. Así conseguimos que no se sienta solo y que entienda que es normal que existan toda clase de experiencias en una relación.

Se centran en lo positivo

La clave para criar niños felices y con éxito en el futuro es que como padres tengamos una actitud positiva ante la vida. Nuestro positivismo les ayuda a ver las cosas de otra manera y a no centrarse en una decepción que ahora parece gigantesca pero pasará. “Al empatizar con la angustia de tu hijo”, explica la experta, “hay que reenfocar su atención en sus triunfos y placeres más recientes”. Eso no significa que no demos cabida a la emoción desagradable que siente. La validamos y le damos espacio, pero tratamos de evitar que se quede ahí. Cuando le mostramos todo lo bueno que tiene su vida, le invitamos a apreciar el conjunto de una forma más amplia, realista y positiva.

Enseñan que calidad es mejor que cantidad

Según sugiere este estudio de la Universidad de Berkley, los adolescentes que tenían muchos amigos superficiales en el colegio, se volvían más ansiosos cuando eran adultos jóvenes. Para evitar esto es importante enseñar a los niños que la calidad de las relaciones es más importante que el número de amigos que tengas. “Asegúrale a tu hijo que no necesita cientos de amigos, ni en las redes sociales ni en la vida real. Bastará con unos pocos, siempre que sean leales, confiables y comprensivos”, explica Cohen-Sandler.

Dan esperanza

“Dile a tu hijo que, aunque esté pasando por un momento difícil, no durará para siempre. Las cosas mejorarán. Las situaciones sociales cambiarán porque los niños cambiarán”, explica la experta. Como adultos, cuando estamos pasando por un mal momento, puede pasar por nuestra cabeza que la situación será terrible siempre. Como en los primeros estadíos tras una ruptura de pareja. Nuestros hijos pueden sentir lo mismo en esos momentos, pero es importante que les recordemos que “cambiar las cosas lleva tiempo y que por ahora, lo que pueden controlar es cómo actúan en situaciones socialmente desafiantes”.

Fotos | Lady Bird (2017)

En Trendencias | Ghosting: en qué consiste y qué tipo de persona lo suele realizar

En Trendencias | Sónar 2025: todos los conciertos, entradas y horarios confirmados.

Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com

VER 0 Comentario

Portada de Trendencias