13 comportamientos de algunas mujeres que hacen mucho daño al feminismo

13 comportamientos de algunas mujeres que hacen mucho daño al feminismo

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13 comportamientos de algunas mujeres que hacen mucho daño al feminismo

El feminismo es cosa de todos. A diario vemos en los medios de comunicación noticias sobre violencia machista, agresiones sexuales, desigualdad laboral y otras muchas situaciones en las que estamos lejos de conseguir los objetivos de una sociedad igualitaria. También hay buenas noticias, como los hombres que se involucran en la causa, algo que hace algunos años nos parecería impensable. Pero también existe la cara contraria de la moneda: comportamientos de algunas mujeres que no ayudan en nada en la lucha por la igualdad. Estos son algunos de los que más rabia nos dan (y empezamos por uno de la más rabiosa actualidad):

1. Considerar un gesto romántico algo que es acoso puro y duro

«La chica del tranvía» lleva unos días siendo noticia. La aparición de un cartel en la que un chico cuenta cómo busca a una chica que, según hemos sabido, ya lo ignoró en su momento, y cómo la historia se ha convertido en viral... tiene varias interpretaciones. Se puede ver como un gesto romántico, como han hecho muchas personas que lo han difundido e incluso una marca que les ha ofrecido una cena gratis si se encuentran, o se puede ver como un caso claro de acoso.

2. El body shaming a otras mujeres

Cuando una mujer sufre body shaming, en la vida real o en las redes sociales, la situación es triste (y hace dudar un poco del ser humano). Pero, cuando son otras mujeres quienes se alinean para criticar a quien ha cogido unos kilos, quien decide renunciar a la depilación o quien, simplemente, no responde a los cánones estándar de belleza... además de tristeza, da una sensación enorme de falta de solidaridad. Sobre todo porque nadie criticaría a un hombre por no depilarse y mucha menos gente que a una mujer por haber engordado, tener estrías o cualquier otra cuestión estética.

Body Shaming

3. Una eterna competición por ser la mejor madre

No nos faltan casos en los que basarnos para creer que, por momentos, la maternidad parece haberse convertido en una carrera por ser la mejor madre, la más sacrificada. Hay casos incluso entre mujeres famosas, como cuando a la cantante Soraya se la criticó por haber salido a cenar a los pocos días de dar a luz o a la periodista Samantha Villar por decir que la maternidad no es un camino de rosas. Flaco favor le estamos haciendo al feminismo si no respetamos que las mujeres trabajen o dejen de trabajar tras ser madres, que opten por la lactancia materna o no, que salgan, entren y, en general, que vivan la maternidad como quieran o puedan sin temer las etiquetas de 'mala madre'. Porque... ¿cuándo se critica por esto a los hombres?

Malas Madres

4. El slut shaming

El slut shaming es la humillación de una mujer por sus comportamientos sexuales. Vamos, cuando a una mujer se le llama «zorra» por hacer con su vida sexual lo que quiera. Puede sonar a comportamientos del pasado, pero es algo que sigue ocurriendo. Desde la adolescencia hasta la edad adulta, es muy dañino juzgar a una mujer por comportamientos que, de nuevo, toleramos sin problema en los hombres.

Slut Shaming

5. Asumir que una mujer que no quiere tener hijos cambiará de opinión (si es joven) o que se arrepentirá de no haberlos tenido (si es mayor)

«Ya cambiarás de opinión dentro de unos años». «Cuando tus amigas empiecen a tener hijos, te va a apetecer». «Eso es que aún no se te ha activado el reloj biológico». Y así, mil frases que las mujeres jóvenes que han decidido no tener hijos escuchan con frecuencia. Spoiler: Y, si al final cambian de idea, no pasa nada.

Madre Joven

Y, si se llega a la edad madura sin haber experimentado la maternidad, nos encontraremos con algunas miradas de compasión. Y con la sensación, por parte de algunas mujeres, de que algún día podremos arrepentirnos porque es una decisión que no tiene vuelta atrás. Sigue habiendo muchas personas a las que les cuesta entender que algunas personas son felices siendo madres, otras sin serlo y muchas lo serían de igual modo teniendo hijos o sin tenerlos.

6. Redefinir feminismo conforme a nuestra idea mental

El feminismo es la ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres. No lo decimos nosotros, lo dice la R.A.E.. Y no añade nada sobre usar tacones o pintalabios o sobre leer solo a Sylvia Plath y no dedicar ni un segundo a divertirse, que es demasiado frívolo. Hace ya años que el feminismo no tiene estética ni se ciñe a unas ideas preconcebidas que poco tienen que ver con la realidad.

Feminist

7. Alabar el físico de nuestras amigas antes que cualquier otra cualidad

No es que no podamos decirles a nuestras amigas que están muy guapas. Pero, a veces, da la sensación de que esa es la única cualidad que vemos en ellas. ¿Por qué parece darnos más pudor expresar el reconocimiento hacia otras cualidades que hacia lo estético? Si una amiga nuestra consigue un reconocimiento profesional o académico, ¿tiene algún sentido que lo primero que le digamos el día que lo recibe sea «¡qué guapa estás!»?

Amigas

8. Pretender ser heroínas y menospreciar a quien solo es normal

Ya pasó el tiempo en que no había nada más feminista que ser una superwoman. Y ya pasó el tiempo de decir que no queremos que nadie nos regale nada, que estamos dispuestas a trabajar más que los hombres para conseguir el mismo ascenso o aumento. No, debemos estar dispuestas a trabajar igual que ellos, porque en eso consiste, precisamente la igualdad. Y por supuesto que no queremos que nadie nos regale nada: queremos que dejen de quitárnoslo por el simple hecho de ser mujeres.

Superwoman

9. Asumir las virtudes como masculinas y los defectos como femeninos

¿Cuántas veces hemos oído que las mujeres somos peores amigas, que los hombres son más leales? ¿Cuántas veces hemos escuchado que alguien decía «yo es que en eso soy como un hombre», como característica positiva? ¿O eso tan antiguo de «conducir como un tío», para señalar que se hace bien? Hay buenos y malos hombres, buenas y malas mujeres. Parece una perogrullada, pero más básico aun es asociar las virtudes como cualidades masculinas y los defectos como vicios femeninos.

Amigas1

10. Buscar la igualdad cometiendo los mismos errores que los hombres

Ser feminista no significa tratar a los hombres como no nos gusta que los hombres nos traten a nosotras. No se trata de objetificarlos, ni ridiculizarlos ni ceñir a todo un género a tópicos que son tan dañinos en un sentido como en el contrario. Si nosotras no somos unas superficiales que solo pensamos en ropa, ellos tampoco son unos superficiales que solo piensan en fútbol. En la base de la igualdad, está el respeto de los hombres por las mujeres, de las mujeres por los hombres y, sobre todo, de cada persona por sí misma.

Hombres Mujeres

11. Reír las gracias sexistas por miedo a alzar la voz

Es difícil a veces ser la feminista militante en una reunión social. Y es difícil, también, creer que todavía hagan gracia los chistes sexistas, las humillaciones a la mujer o esos comentarios de vestuario de los que hablaba Trump hace unos meses. Pero es casi una obligación atrevernos a alzar la voz y decir que, igual que a nadie se le ocurre hacer chistes racistas (mucho menos delante de alguien de otra raza), es hora de que las gracietas machistas queden también en el olvido.

Chistes Sexistas

12. Idealizar la superioridad femenina frente a la igualdad

Feminismo no significa que las mujeres seamos mejores que los hombres y que, por ello, debamos sustituirlos en todos los puestos de poder. Feminismo significa que tengamos las mismas oportunidades y que, por ello, las mejores tengan acceso a los mismos lugares que los mejores. Sin embargo, todavía escuchamos a veces a algunas mujeres tirar de tópicos como «si las mujeres gobernaran, todo iría mejor, no habría guerras» y frases similares. Parecen olvidar que la guerra de las Malvinas llegó con Margaret Thatcher al frente o que ha habido reinas al frente de algunos de los estados más belicosos de la historia.

Mujeres Poder

13. Repetir la frase «Yo no soy feminista»

Lo hemos escuchado muchas veces. Mujeres que se excusan diciendo «no, no, yo no soy feminista» o incluso lo argumentan, atribuyéndole al término significados que no posee. Repetimos, el feminismo es la reivindicación de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Pensemos un poco en qué estamos diciendo cuando no queremos afirmar que somos feministas.

Feministas

Imágenes | Pixabay, Unsplash, Dior.

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