Sólo han pasado unos días desde que miles de mujeres se manifestaron en todo el mundo para defender sus derechos, entre ellos sus derechos sexuales y reproductivos.
Pero nada de eso ha servido a las feministas para que el nuevo presidente de Estados Unidos tuviera en cuenta sus opiniones y ayer lunes acabó con la posibilidad de que las organizaciones que trabajan a favor de la planificación familiar (algunas de ellas incluyen el aborto como una solución) reciban fondos del dinero público estadounidense.
Ha sido una de sus primeras decisiones de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, que nunca ha ocultado que era un defensor de la vida y que consideraba que todos los grupos y ONG que asesoraban a las mujeres sobre el aborto no tenían derecho a percibir fondos públicos. Por eso, ayer lunes, rodeado de un equipo formado exclusivamente por hombres, firmó una orden ejecutiva que prohíbe financiar a estas organizaciones que proporcionan servicios anticonceptivos a unos veintisiete millones de mujeres alrededor del mundo. Una promesa que había hecho durante la campaña.
Según explicó el nuevo portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, este decreto “finalizará el uso de dólares de los contribuyentes para financiar abortos en el extranjero. El presidente ha sido muy claro de que es un presidente provida, la restauración de esa política refleja ese valor”.
Una decisión polémica que además se ha tomado justo en el aniversario de uno de los fallos más emblemáticos de la Corte Suprema del país, que reconocía a las mujeres su derecho a abortar.
Desde luego, todavía está por medir el impacto que tendrá en los países pobres y en las mujeres que recibían esta ayuda, pero es un primer paso para que muchas ONG que hacían su labor y recibían fondos de la Agencia Estadounidense de Ayuda al Desarrollo se queden fuera.
De momento, la medida ha sido muy criticada. Por ejemplo, Planned Parenthood, una de las organizaciones que ofrece atención médica a personas sin recursos así como servicios de asesoramiento de planificación familiar considera que esta medida "causará cierres de clínicas alrededor del mundo, resultando en más embarazos no intencionados y aborto inseguros”. Estamos hablando de un organismo muy reconocido en los Estados Unidos, que facilita servicios vitales de atención de la salud reproductiva, educación sexual e información a millones de personas y según las últimas encuestas es realmente apreciado entre la población de su país.
The #TrumpGlobalGag rule will cause clinic closures around the world, resulting in more unintended pregnancy & unsafe abortion, not less.
— Planned Parenthood (@PPact) 23 de enero de 2017
Fotos| Gtres
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