Lo que hace RoRo parece tradwife pero es puro negocio y pinta que se va a ir de vacaciones con Pablo a costa de todos

A Pablo le apetecía hoy… Seguro que has oído hablar de una chica que está dando la vuelta a internet porque se dedica a hacer vídeos en los que realiza recetas desde cero para darle el gusto a su pareja. Y no solo recetas. Si Pablo la invita a cenar, ella se hace un vestido desde cero. Si a Pablo le apetece un libro ella lo imprime, diseña una portada y lo encuaderna, porque comprarlo en una librería no parece suficiente. Muestra el proceso completo en su cuenta de TikTok de ese regalo “perfecto” que hace solo porque le quiere. Y porque quizá le gusta el engagement, porque estamos ante un negocio que le ha cambiado la vida y que usa una idea de los años 60.

En TikTok acumula la friolera de 2,2 M de seguidores, 679 mil seguidores en Instagram. Pero antes RoRo no era así. Rocío López Bueno cambió el contenido de sus vídeos y pasó de publicar lo que comía en un día o lo que hacía en el gimnasio por algo muy diferente. Ahora cocina para Pablo, y lo hace no compartiendo una receta sin más, sino que hace hasta el queso para su pasta. También cambió su forma de vestir y su tono de voz. Su primer vídeo viral llegaba el 18 de mayo de 2024. Hay quien hace humor a costa de su contenido, parodiando incluso a la joven, pero ella sigue en la misma línea porque sabe que ese contenido, funciona.

Se ha convertido en un auténtico meme, el más conocido de este 2024. Pero el debate que se abre tiene mucho más trasfondo del que imaginamos y comienza con las tradwives, un movimiento que pretende ser inspiracional y que rezuma felicidad, amor, seguridad y satisfacción emocional, pero que en realidad, esconde hasta una ideología política.

Qué son las tradwives y de dónde nace este movimiento

RoRo es el ejemplo perfecto de una “tradwife”. Este término, nace de trad, como abreviación de la palabra tradicional, y wifes, esposas en inglés. Es decir, una tradwife es una representación de las esposas tradicionales. Las tradwives, como explican en la BBC, son mujeres que reivindican en sus vídeos el concepto “tradicional” de esposa que está ligado al servicio al hombre, las tareas de casa o la cocina. “Me someto a mi marido como si fuera 1959”, explicaba el medio británico ya en 2020.

Surgió en Estados Unidos como una subcultura de internet formada por mujeres que “defienden una interpretación heteronormativa muy tradicional” de lo que debe ser el papel de “madre y esposa” de las mujeres, como explicaban las investigadoras de la Massey University de Nueva Zelanda Sophia Sykes y Veronica Hopner, y está estrechamente ligado con la extrema derecha, especialmente en Estados Unidos, aunque muchas autodenominadas tradwives rechazan esa asociación.

Según analizan las investigadoras en este otro estudio, estas mujeres aceptan y “abrazan las diferencias biológicas entre hombres y mujeres” quedando su posición relegada a quedarse en casa y dejar que el hombre ocupe y ostente “el poder social y político”. Dentro de las tradwives existen diferentes grupos diferenciados según Sykes y Hopner, según los valores que promueven. Pueden ir desde una defensa de los roles de género tradicionales y el ya conocido “estilo de vida femenino” (mujer que se queda en casa haciendo las tareas del hogar, hasta el supremacismo blanco o el antifeminismo).

Tal y como explica Silvia Díaz, socióloga e investigadora en la Universidad Complutense de Madrid, está ligada al término "manosfera" un concepto cada vez más popular que explica y trata de dar sentido al crecimiento de las subculturas masculinistas en línea y al auge de los discursos misóginos en los entornos digitales. “El contenido de las tradwives se basa en un 50% en la estética (muy currada, son chicas muy modestas, amas de casa, aunque juegan a veces con su sexualización) y en un 50% en la ideología (la vida familiar orientada hacia el hombre y el cuidado del marido)”, explicaba a Newtral.

En resumidas cuentas, el movimiento tradwife consiste en pintar a la "buena mujer" que sirve a su hombre en todo. Una mujer que, como apuntaba Víctor Cienfuegos en X, “es un alma indefensa que no sabe nada de la vida, requiere una figura paternalista que le guíe, y necesita protección de su white knight”.

El personaje de Roro y su origen

RoRo no ha inventado nada. Imita a otras mujeres como Nara Smith. Nara es una tradwife en toda regla que cocina vestida como si fuera a irse a cenar al Celler de Can Roca cada día. Y esa estrategia es la que la española ha copiado de principio a fin: looks, musica, aspecto, voz y forma de crear contenido como analiza Daniella Martín:

RoRo en realidad no existe. Es un personaje inventado y ficticio tras el que se esconde una chica de 22 años llamada Rocío López Bueno. No es real, o al menos no en parte, sino una caricatura creada para conseguir likes y engagement. Su personaje se caracteriza por una voz infantil, melosa, suave y que suena hasta sumisa. Y decimos personaje con conocimiento de causa, porque si te fijas en su voz antes y después, como apunta en X la usuaria @MIAREsproject en este tuit, puedes ver la diferencia de una forma clarísima. La voz de RoRo, no es la de Rocío, se le llama “fundie baby voice”.

Qué es la “fundie baby voice”

La “fundie baby voice” es una abreviatura de ‘Fundamentalist Baby Voice’. Se popularizó después del documental de 2023 de Prime Video ‘Shiny Happy People: Duggar Family Secrets’, en el que se analizaba a la familia protagonista de la serie de telerrealidad de TLC 19 Kids and Counting.

Los expertos relacionan ese tono de voz con algunas comunidades cristianas fundamentalistas de las que Helen Andelin hablaba en el libro Fascinating Womanhood de 1963. El libro se centraba en que las mujeres debían luchar contra  la “segunda ola” feminista de los años 60 y buscar una vida familiar tradicional porque “a ningún hombre le gusta un tono grosero, fuerte o vulgar en una mujer, así como a una mujer no le gusta un tono afeminado en un hombre”. La activista Jess Piper afirmaba que “todo aquel que nació y creció en iglesias evangélicas conoce ese sonido fundamentalista. Es ese sonido infantil, dulce, sumiso y meloso que brota de las bocas de los maestros de escuela dominical y las esposas de los pastores”.

Kathryn Cunningham, vocóloga y profesora adjunta en la Universidad de Tennessee analizaba esa voz aguda e infantil y confirmaba que esa tendencia a usar una voz más aguda de lo habitual para hablar con otras personas es una manera de transmitir sumisión y docilidad ante el receptor. Lo explicaba de una forma sencilla en el Huffington Post. La voz de una mujer es más aguda tanto en tono como en susurro que la de un hombre promedio “debido a una combinación de factores anatómicos y sociales”. Pero “algunas mujeres que hablan de esta manera parecen estar colocando intencionalmente sus voces más altas que su rango de tono natural para transmitir sumisión a la autoridad masculina e inocencia infantil”. Y ahora ese tono de voz ha vuelto a usarse y RoRo es el ejemplo perfecto de ello.

Más aspectos en común de RoRo con las tradwives

Además de la voz, que modula a su antojo, la estructura de los vídeos siempre es la misma: a Pablo le apetece algo, ella hace de la forma más tradicional posible y el cierre es Pablo comiendo algo mientras ella le mira orgullosa y luego se besan, abrazan o similares, siempre de forma casta y pura. Como apunta Mónica L. del Consuelo en un tuit, “todo forma parte de la estructura de guión del canal de RoRo: motor de arranque ("hoy a Pablo le apetece"), nudo (Roro hace cosas), desenlace (Pablo come) y final feliz. Pablo es a la vez figurante e hilo conductor”.

Tenemos la voz, la estructura de los vídeos y nos queda señalar el aspecto: el de las mujeres de los años 50. Maquillada, bien vestida, con bisutería y nunca manchada como nos pasaría a cualquiera cocinando. Ella siempre es aesthetic. Sonrisa perfecta, siempre feliz, calmada y con movimientos lentos y muy medidos. Servicial, y dispuesta, de una forma extrañamente similar a las mujeres que aparecían en los anuncios de la dictadura franquista.

Según afirmaba RoRo quiere ser el reflejo del “hazlo tú misma” comprando solo lo imprescindible y haciéndolo todo de cero como @sokoskitchen en TikTok. Sin embargo, algo huele a rancio. En una entrevista al medio HuffingtonPost, RoRo afirma que “obviamente” no está ahí para servir a Pablo. “Si estoy haciendo esto es porque me encanta cocinar y bromeo mucho con que Pablo me pide cosas para tener la excusa de cocinarlas y que luego las disfrutemos los dos. Yo digo ‘a Pablo le apetecía’, pero la realidad es que a mí me gusta más dar que a él pedir, y muchas veces lo que pasa es que a mí me apetecía hacérselo a Pablo, y él solo tiene que decir que sí”, aseguraba. No lo sé Rick, parece falso.

Asegura que le parece "muy raro" digan que es sumisa o que quiera ser ama de casa cuando en "ningún momento" ha dicho que se posicione ahí. Pero mi abuela decía que si parece leche, sabe a leche y huele a leche, es leche. Según algunos usuarios, esta fórmula “saca a la luz el machismo rancio que renace en la nueva juventud”.

El peligro oculto de las tradwives y su implicación con la ultraderecha

Volvamos a la parte más política de este movimiento que tan bien representa RoRo y que relaciona a las tradwives con la ultraderecha. Evidentemente no todas representan ese idealismo radical. Como apuntaban las expertas Kristy Campion y Kiriloi M. Ingram, profesoras de la Universidad de Sturt en Australia en un artículo de The Conversation, “en los últimos años, esta identidad ha sido adoptada por mujeres que prefieren las tareas domésticas a la fuerza laboral moderna. La estética de la tradwife es suave, femenina y, a veces, política. No todas las tradwives son de extrema derecha y, por supuesto, las mujeres tienen todo el derecho a elegir el estilo de vida que mejor se adapte a ellas. Pero si miramos un poco más a fondo, vemos algunas cosas que nos escaman.

Algunas creen que el lugar de la mujer es de esposa y madre, lo que choca de forma frontal con la independencia económica y social que las mujeres han conseguido a lo largo de los años y gracias al movimiento feminista. Si antes se llevaba el #girlboss ahora se vuelve a llevar otra cosa. La contraria. No juzgamos que quieran serlo, como decíamos, es una opción más que puede escogerse, pero si vemos a la influencer Estee Williams, que representa a esas tradwives, observaremos que en uno de sus vídeos afirma que para tener un matrimonio exitoso la mujer debe someterse a su marido, no tener amistad con personas del sexo opuesto y dejar que su parejas tengan la última palabra sobre sus finanzas, siempre en un marco de heterosexualidad hombre-mujer. Es ahí donde entra la ultraderecha.

La mujer en la extrema derecha debe ser una “buena mujer”: recatada, de buena conducta, discretamente inteligente y, aunque incapaz de ejercer liderazgo, clave para el futuro de los blancos. Estas mujeres están “heridas por la mentira de la igualdad, pero no destruidas por ella”, como afirma este artículo. De hecho, la investigación parlamentaria federal sobre los movimientos extremistas y el radicalismo en Australia, advertía que “las mujeres no son meras observadoras pasivas de la extrema derecha, sino que asumen activamente una amplia gama de funciones. Hacen contribuciones intelectuales, crean, comparten y consumen contenido ideológico, celebran las acciones de los terroristas de derecha y pueden participar directamente en la violencia” tal y como afirmaba la Dra. Kristy Campion. Las tradwives son una identidad femenina celebrada en la extrema derecha que se usa como arma para promover ideas con enfoque racial.

Como explicaba Campion, “Lejos de ser simplemente amas de casa y panaderas, las mujeres de la extrema derecha desempeñan una serie de funciones que sostienen –y promueven– los movimientos de extrema derecha y sus oscuras ambiciones”. Insistimos, no todos los perfiles como RoRo lo serán, pero hay grupos de ultraderecha que “celebran el movimiento como forma de expresión de la identidad femenina” porque se adaptan como al papel servicial que la mujer debería interpretar. En Novara Media analizan que estas tradwives, fomentan la crítica a valores progresistas que irían en contra a la familia vista desde el prisma de la extrema derecha, como el aborto o las relaciones LGTBIQ+. Además afirman que “las demandas insaciables del sistema capitalista y el feminismo son cómplices de una guerra contra la feminidad”.

Desde un punto de vista objetivo, lo más probable es que Rocío intentara conseguir más engagement imitando contenido que sabía que estaba funcionando (como el de Nara Smith), y que simplemente haya copiado ese formato con el boom que ya hemos visto que ha tenido en poquísimo tiempo. Ahora la pregunta está en si el hecho de que RoRo se haya convertido en un meme y que todo el mundo se ría de sus videos hace que su mensaje sea inofensivo.

Lo que Rocío dice de RoRo

Ella se autodenomina feminista si entendemos como feminismo "la igualdad de derechos entre hombres y mujeres", tal y como explicaba ella misma a Juan Ramón Lucas en su podcast Sr. Wolf. Pero es que si la primera pregunta que publica el periodista en el primer corte de la entrevista para TikTok es "¿Qué ha dicho Pablo de venir a esta entrevista?", no puedo evitar pensar en si el señor Juan Ramón Lucas busca engagement u otra cosa…

Rocío afirma que ella no es "una mujer sumisa" y asegura que le gritan por la calle "esclava, no te queremos aquí". Asegura "que Pablo solamente le pide cosas para comer para que le deje en paz" y que "hay gente muy amable que entiende que es medio un personaje, que realmente no vivo por y para Pablo. Pero hay gente que se lo toma muy en serio. Estoy haciendo una receta para mi novio, pero no significa que las mujeres tengan que poner a cocinar".

Sin embargo, y a pesar de afirmar que "no significa" que ella sea una "ama de casa" ni que "los valores tradicionales sean los mejores", también se entrevista a Pablo y Rocío aparece sentada en sus rodillas. No habría presupuesto para una silla más. O tal vez no entraban los dos en plano. O quizá eso de sentarse en sus rodillas es otro ejemplo más de ese valiente caballero que la protege porque ella solo es una desvalida chiquilla con “fundie baby voice” que lo único que quiere es ser cuidada y protegida por su hombre. Como decía mi abuela: si parece leche, sabe a leche y huele a leche, es leche.

Fotos | TikTok @roro.bueno

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