Gentleman Quartely está de celebración. Y es que lleva desde 1957 definiendo el estilo masculino con nombre propio, GQ. Esta biblia de estilo para el hombre ha ido cogiendo referentes de cinco décadas adaptándose a las circunstancias y a la moda de la época.
Si en los años 50 el hombre elegante era el que llevaba sombrero y traje a medida, todo cambia en la década siguiente, los 60. Una década loca donde todo vale y se opta por la desaparición del sombrero y de la doble abotonadura en los trajes.
Presidentes de gobierno, niños ricos, actores del Hollywood más dorado de todos los tiempos... Todos pasaron por GQ incluso el mismísimo JFK, que era el ideal de hombre americano. Rico, poderoso y con buen gusto.
Los 70 cambiaron y la música disco y el color impregnaron al mundo entero con la era del italian chic, un gusto refinado y colorido que fue referente de la época más atrevida de todos los tiempos.
Con la llegada de los 80's esa magia se perdió y las estrellas de Hollywood se convirtieron en los nuevos iconos de la moda. Televisiones y revistas contribuyen a que el fenómeno de las celebrities continúe hoy, dos décadas después aún vigente.
Por su lado, la década de los 90 deja paso a un hombre, poderoso, joven, famoso y de éxito que se consolida como referente a seguir por los norteamericanos.
La primera década del siglo XXI da un giro en la moda y ya no importa la ropa, sino quien lleva esa ropa. Esta idea, aún vigente 7 años después, se convierte en la obsesión de una sociedad que quiere "parecerse a" y que los grandes modistos saben sacar provecho de ella con las campañas publicitarias, protagonizadas por famosos.
Un recorrido por la revista masculina más importante de todos los tiempos que esperemos que siga cosechando el éxito al que nos tiene acostumbrados. Como el éxito de la fiesta que celebraron en Nueva York a la que asistieron muchísimos famosos.
Vía l GQ
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