La madre de las hermanas Hadid pensó en quitarse la vida debido a una enfermedad, y Bella también la tiene

Vista desde fuera, Yolanda Hadid siempre luce espectacular. Pero la madre de las famosas hermanas Hadid sufre una enfermedad neuronal. En su último libro autobiográfico, Creedme: mi batalla contra la invisibilidad de la enfermedad de Lyme, la celebrity habla finalmente sobre ello. Y confiesa que en sus peores momentos pensó en quitarse la vida, y todo por culpa de un problema de salud que sus hijos Anwar y Bella Hadid también han contraído.

Yolanda Hadid fue diagnosticada con la enfermedad de Lyme en 2012, cuando tenía 52 años. Intentaron tratarla y ayudarla a mejorar, pero con los primeros síntomas comenzó la parte desagradable. El dolor en articulaciones, el agotamiento, el insomnio y la ansiedad le obligaron a pasar 22 horas al día metida en la cama. "Las cosas más pequeñas, como ir al baño o contestar un email, se hicieron inalcanzables" reconoce la ex modelo holandesa en su biografía.

En su libro Yolanda Hadid revela toda su experiencia luchando contra esta enfermedad neurológica. Una que sus hijos pequeños, Bella y Anwar Hadid, también sufren. Y en uno de los capítulos más duros cuenta como, llegado un momento, se planteó suicidarse. Todo ocurrió en una de las veces que Yolanda Hadid fue a bañarse al mar, porque flotar en el océano la refrescaba y aliviaba el dolor en las articulaciones. Y entonces el pensamiento más nefasto le vino a la mente.

"Soy una luchadora, pero tuve que rendirme. Lo pedí por favor. Dios, deja que una ola me arrastre y me lleve lejos. No puedo vivir ni un día más como este. Por favor, aleja mi cuerpo, quiero desaparecer."

Sin embargo (y gracias a Dios), ella misma reconoce que esta idea cruzó su mente brevemente. Después pensó en sus tres hijos y quiso seguir luchando por recuperarse. Tras cinco años de tratamiento el milagro ocurrió. Ahora la celebrity pasa por un período de remisión de la enfermedad y trabaja para mejorar y para apoyar a aquellos que buscan descubrir una cura.

"A pesar de lo duros que han sido estos cinco años estoy muy agradecida de haber conseguido vivir en la luz. Lo he tenido todo y lo he perdido todo. Y eso me ha hecho darme cuenta de que menos es más, de que el dinero no compra la salud o la felicidad."