Según Greenpeace, Nestlé es una de las tres marcas más contaminantes del mundo. Solo en 2018, la empresa produjo 1,7 millones de toneladas de envases de plástico desechable. Es decir, el equivalente a más de 300 camiones de basura por día durante el último año.
Intentando ponerle remedio, Nestlé anunció en enero que se comprometía a prescindir por completo de las pajitas de plástico y hacer sostenibles los envases de sus más de 2.000 marcas.
Para conseguir que todo su packaging sea 100% reciclable o reutilizable para dicha fecha, en diciembre del año pasado creó el Institudo de Ciencias del Empaquetado. Un laboratorio de desarrollo en Suiza en el que inventará y probará nuevas soluciones de envasado.
Entre las marcas que forman parte de Nestlé se encuentran Nescafé, Nestea o Kit Kat. Esta última ya ha anunciado una nueva medida que empezará a aplicar en Japón desde este mismo mes de septiembre.
Y es que las famosas chocolatinas en su versión en miniatura irán envueltas en papel en vez de en plástico. Además, incluirá instrucciones para convertir el embalaje en origami, un arte tradicional de este país que consiste en el plegado de papel para obtener figuras de formas variadas.
El país asiático es el mayor consumidor del mundo de Kit Kat. Al día se venden cuatro millones de unidades, por lo que está medida se espera que reduzca el consumo en aproximadamente 380 toneladas de plástico al año.
En septiembre del año que viene introducirán el papel en el envasado exterior de packs de Kit Kat de tamaño normal y se hará lo mismo con el embalaje de las chocolatinas individuales en 2021.
Fotos | Nestlé Japón.