Acabo de volver de unas maravillosas vacaciones en Italia y aun sigo soñando con pizza, focaccias y sobre todo, con platos de pasta. Pero no me veo cenando todos los días un plato de macarrones por muy buenos que estén. En cambio sí me veo cenando todos los días calabacín, y me veo aún más cenando un trampantojo de pasta italiana con estos espaguetis de calabacín con gambas que nos proponen desde Directo al Paladar.
Cómo hacer unos espaguetis de calabacín con gambas
Lo primero de todo es hacernos con un espiralizador de verduras que para quien no lo sepa, es un pequeño gadget de cocina con el que conseguiremos hacer unos espaguetis de calabacín dignos de estrella Michelin. Podríamos hacerlo a cuchillo, pero tardaríamos muchísimo más y lo más probable es que nos salieran de diferentes tamaños o demasiado gruesos. No es un accesorio caro. Los hay desde 8,99 euros en Amazon, pero si quieres elegir algo más pro, te dejo porque aquí una guía de compra para saber cuál elegir.
Para dos personas comenzamos la receta cortando un diente de ajo y una chalota y media. Si no quieres darle al cuchillo, prueba con una de estas picadoras manuales que son una maravilla y con las que podrás picar todo en un santiamén. Pelamos unos gambones (unos 60 gramos por personas aproximadamente) y los salteamos en una sartén a fuego fuerte con un poco de aceite de oliva, solo para marcarlos. Sacamos del fuego y reservamos. En ese mismo aceite, pochamos la cebolla y el ajo junto con una cayena (media si no quieres que pique demasiado) durante unos 8 minutos o hasta que esté transparente.
Mientras se hace la verdura, vamos a hacer los espaguetis de calabacín con el espiralizador o si no tuvieras, con el cuchillo. No hace falta que peles el calabacín pequeño que vas a usar para dos personas. Conserva la piel que está llena de nutrientes y lávalo para después hacer los espaguetis. Reserva en un plato que vamos a terminar la salsa.
La cebolla ya estará lista así que echamos un chorrito de vino lanco (unos 25 ml) y dejamos que reduzca subiendo un poco el fuego. Una vez que deje de oler a vino echamos unos 100 ml de nata para cocinar o si lo prefieres, 100 ml de leche evaporada. Dejamos que hierva todo junto un par de minutos y añadimos la sal al gusto y los calabacines, que dejaremos que cocinen un minuto en la salsa. Pasado ese tiempo incorporamos las gambas, un poco de pimienta negra recién molida y mezclamos todo fuera del fuego.
Solo queda servir con un poco de queso parmesano por encima como mandan los cánones italianos. Vas a gozar esta receta que tendrás lista en 15 minutos y que está para ponerla un piso en Gran Vía. Nada que envidiar a las mejores recetas de pasta italiana.
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Fotos | Directo al Paladar, Igor Miske en Unsplash
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