Uno de los platos que más me recuerdan al verano son los espetos de sardinas. El plan de ir a una playa de Málaga y comer esta maravilla de sardinas asadas no puede gustarnos más, pero cuando tratamos de asarlas en casa, todo son problemas, comenzando por los olores.
Nos encanta cocinar, pero eso de la casa huela a sardinas durante una semana no tanto. Y otra pega es el tiempo. Por eso hemos preguntado a los expertos de Directo al Paladar por el truco para que las sardinas asadas no huelan y estén listas en un minuto.
Es un secreto a voces que la magia de que estén listas en un minuto es culpa del microondas. Este aparato tan práctico nos facilita mucho la vida (buen ejemplo con estas recetas en microondas) y nos permite hacer desde una cena ligera como estas berenjenas rellenas de mejillones, hasta un delicioso postre express como el banana bread del vídeo.
Te contamos cómo hacer unas sardinas asadas en microondas que estarán listas en un minuto y con las que nos ahorraremos los malos olores.
Lo primero de todo es asegurarnos que las sardinas sean frescas y si pueden ser de tamaño mediano o pequeño, mejor, porque tienen más sabor. En las pescadería pediremos que las dejen enteras y sin vaciar ni nada, tal cual están. En un plato apto para microondas colocamos una cama de sal gruesa (de unos dos o tres milímetros de espesor), como la que usaríamos para una dorada a la sal.
Ponemos las sardinas sobre la capa de sal y las cubrimos con otra capa de sal que cubrirá el cuerpo pero no las cabezas ni las colas. Como haríamos con otro pescado a la sal, apretamos la sal contra las sardinas para asegurarnos de que quede bien compacta la capa de sal, y metemos un minuto en el microondas a máxima potencia. Es importante que las hagamos en tandas de cuarto unidades para que se hagan bien, y una vez hechas retiramos la capa de sal, y a disfrutar.
Fotos | Directo al Paladar
