Este es el pueblo donde mejor se come en Mallorca que ha conseguido mantener intacto su encanto porque los turistas no lo conocen

Comer y viajar. Dos placeres que podemos unir en uno solo si decidimos hacer ese turismo gastronómico que tanto se ha puesto de moda últimamente. Mallorca es un destino excelente para las dos cosas. Es una isla llena de rincones que descubrir y que cuenta con una gastronomía menos conocida pero igualmente deliciosa. A la ecuación podemos sumar uno de los pueblos más bonitos de España. El resultado, según 'National Geographic' es el pueblo donde mejor se come de la región, Sóller.

Se le conoce como la capital de la sierra de Tramuntana. A sólo 25 km al noroeste de Palma, este pueblo de montaña se convierte en una auténtica joya. Y parte de la culpa la tiene su gastronomía, en especial su plato estrella: la gamba roja. Si creías que sólo podías encontrar una gamba roja fabulosa en Dénia, es que aún no has ido a esta pequeña villa en la gamba copa las cartas de sus restaurantes.

La gamba fresca es el emblema gastronómico del caladero del Port de Sóller. Podríamos decirte que la mejor gamba roja la encontrarás en Béns d’Avall, un local regentado por dos generaciones de padre e hijo, Benet y Jaume Vicens, y que cuenta con dos soles Repsol y una estrella Michelin. Pero lo cierto es que esa maravillosa gamba se puede disfrutar en otros restaurantes como Es Canyis, a pie de puerto, o Ca’n Boqueta, en el centro del pueblo.

No solo de gambas vive Sóller. Como bien nos explican los expertos de la Guía Repsol, “el recetario tradicional mallorquín vive un resurgir tras años de predominio de la cocina internacional para satisfacer los paladares de los turistas”. Ahora la gastronomía mallorquina más típica e isleña se puede disfrutar como nunca con platos como el tumbet, el frito mallorquín, las cocas o la sobrasada.

Qué ver en Sóller, Mallorca

Sóller es un paraíso ubicado en medio de uno de los paisajes más bonitos de la isla, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Un tesoro entre las montañas y el Mediterráneo que pide a gritos una visita pausada para perderse entre sus calles. La Vall de Sóller, habitada desde el 4.000 aC ha visto pasar a pretalayóticos, talayóticos, romanos, musulmanes y cristianos, y como explican en la web oficial de turismo del pueblo, “se conservan restos de casi todas las culturas que han pasado", así que perderte en sus calles es perderte en la misma historia.

Cuando lo hagas, es probable que llegues a la Plaza de la Constitución, considerada una de las más bellas de Mallorca por su ágora central de piedra rosada y por estar rodeada de edificios modernistas como la Iglesia de Sant Bartomeu de Sóller, el Banco de Sóller, Can Bordils y la Casa de la Vila, un edificio barroco inaugurado en 1973. Por ella pasa el tranvía que une el centro con el Port de Sóller y que parece una oda a la nostalgia.

Evidentemente tienes que ir al Port de Sóller, el puerto natural más grande de la costa norte de Mallorca, con sus dos faros situados a cada lado de la entrada a la bahía y construidos en el siglo XIX, Faro Capgros y Faro de Sa Creu. El Barrio de Santa Catalina, el lugar donde vivían los pescadores, sigue manteniendo el aspecto típico de un pueblo marinero, con calles adoquinadas que parecen subir a la montaña misma. Una curiosidad: muchas tienen nombre de vientos. Si subimos por esas empinadas calles llegaremos hasta el Oratorio de Santa Catalina, del siglo XIII y con un mirador espectacular al Mediterráneo.

El cementerio Son Sang, que parece más un jardín lleno de plantas, flores y esculturas; la Torre Picada; o la maravillosa Can Prunera, una de las mansiones modernistas más impresionantes de Sóller también merecen una visita.

Mención aparte merece el tren de Sóller, inaugurado el 16 de abril de 1912 y que conserva intacto todo su encanto. Nació como una necesidad. Los sollerenses necesitaban vencer la orografía de la isla, y un tren que uniera la Palma y Sóller a través de la Serra de Tramuntana era la solución más práctica. El viaje es una auténtica maravilla que atraviesa paisajes de ensueño.

Ahora la pregunta es, ¿cuándo nos vamos?

Fotos | Instagram @Can_Boqueta, Turismo de Sóller

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