Ni frutero ni despensa: dónde guardar los plátanos y cómo hacerlo para que te duren hasta tres semanas como el primer día

Hace cinco días compre seis plátanos. Estaban empezando a madurarse y aunque me he comido uno al día, el último está ya negro. Por más trucos que pruebo no consigo evitar que los últimos se pongan marrones y blandos, como si en mi cocina hubiera un agujero de gusano en el que el tiempo pasa diferente. Los compro hoy, pero para los plátanos han pasado 15 días en cuanto entran en mi cocina.

Esto que puede parecer una broma del destino en realidad es un fallo en la forma de guardarlos. Al menos tal y como explica la experta en conservación de alimentos Amy Cross. Es la persona detrás de la cuenta de TikTok @amycrosslegacy y comparte consejos sobre cómo comprar, limpiar y almacenar frutas y verduras. Ella tiene la clave para evitar que los plátanos se echen a perder y te duren hasta 26 días. Y no hay que usar ni film transparente, ni nevera, ni papel de aluminio, sino un frasco.

Cómo usar un frasco para conservar los plátanos

Aunque muchos trucos hablan de que envolver el tallo en papel aluminio puede aumentar el tiempo que tarda en madurar un plátano al reducirse la liberación de gas etileno, Cross tiene otro truco. La fundadora de The Cross Legacy asegura que hace la compra cada tres semanas pero tiene el frigorífico lleno de productos entre una compra y otra. Lo consigue porque almacena los alimentos adecuadamente para consumirlos todos antes de que se echen a perder.

El truco de Amy consiste en cortar los plátanos en trozos, con la piel, y colocarlos en un frasco de vidrio que guarda en la nevera. Para quien no se lo crea, la experta enseñó cómo estaban después de 26 días, y tenían un aspecto fresco y con la cáscara sin oscurecerse, amarilla. Según ella misma explica en uno de sus vídeos, los compró 26 días atrás.

Amy, que es autora del libro sobre cómo conservar alimentos para evitar el desperdicio y aumentar sus tiempos de consumo, afirma que los cortó en tercios, los puso en un frasco y los ha tenido ahí 26 días. Más de tres semanas. Todo un logro si pensamos en que a mí me han durado apenas cinco días antes de que se pusieran negros y blandurrios.

Ahora tendré que probarlo, pero no con el que ya tengo pocho en la cocina, sino con unos nuevos que compré y que espero que me duren más de cinco días en perfecto estado.

Fotos | Aleksandar Pasaric en Pexels

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