Ubicada en un sándwich geográfico entre Toledo, Jaén y Córdoba, no es de extrañar que 'National Geographic' haya localizado en Ciudad Real el pueblo en el que mejor se come de toda Castilla La-Mancha. Además del segundo de toda España (el primero es Peñafiel, en Valladolid). Con su situación privilegiada recibe lo mejor de la influencia gastronómica andaluza y castellana.
Se trata de Torrenueva, una villa medieval en el suroeste de la provincia de Ciudad Real. Situada en el espacio que corresponde al histórico Campo de Montiel y que, en concreto, se ubica sobre una ligera llanura con horizonte despejado. Caracterizándose por ser una tierra de mil colores y paisajes plácidos.
De su patrimonio, destaca su Iglesia Parroquial de Santiago el Mayor. Esta data del siglo XVI y es de estilo gótico isabelino. Además de la Ermita Santo Cristo del Consuelo, del siglo XVII y la Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza, con una notable presencia de restos de origen romano en sus alrededores.
También existen en Torrenueva unas hermosas casas solariegas que son la viva estampa del paisaje manchego y los antiguos oficios agrícolas. No obstante, no son ni su carácter medieval ni la tranquilidad que el viajero encuentra en esta villa los motivos principales por los que hay que visitarla.
La estrella es su gastronomía. Sobre todo, gracias al Restaurante Retama, en el Hotel La Caminera. Galardonado con una estrella Michelín, dos soles Repsol (2023 y 2024) y el premio Raiz Culinaria (2023) por su carta de vinos, rinde un homenaje vanguardista a la cocina manchega y a los productos de la tierra.
Miguel Ángel Expósito es el chef detrás de una oferta de cocina innovadora que parte de la tradición y de su vinculación con el territorio. Una propuesta con identidad propia donde las recetas y productos locales conviven con técnicas y sabores de otras culturas creando pequeñas historias gastronómicas que quieren emocionar al comensal a cada bocado.
Con su buen hacer ha colocado a este municipio en el mapa gastronómico nacional. Además, del hotel destaca que se trata de "un paraíso para los amantes del golf y el cuidado personal que buscan un espacio en el que esconderse del mundo".
La experiencia Gastronómica Tradición tiene un precio de 80 € por persona. Mientras que hay un suplemento de maridaje de vinos de 40 € por persona. No obstante, también se puede degustar los platos locales en otros establecimientos.
Uno de los platos más típicos son las gachas, que ase preparan con harina de almortas y tropezones de chorizo, panceta y ajos. Otras recetas tradicionales son el pisto manchego o alboronía, las migas manchegas, el moje manchego, el mojete o el asadillo.
Además, en algunas festividades se prepara cochinillo y otras recetas cárnicas, como los “duelos y quebrantos”, las calderetas de cordero, el tiznao o el salpicón de vaca.
Fotos | retama_restaurante
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