No escurras en el fregadero el agua de cocer la pasta: todo lo que puedes hacer con este líquido que vale su peso en oro

Cuando no sé qué comer, hago pasta. Es casi un acto reflejo en mi vida. Me sacan de un apuro, algunas son rapidísimas de hacer, están todas buenas, son saludables y hay tantísimas recetas de pasta que resulta imposible aburrirse. Por eso sé, desde hace ya un tiempo, que ese agua de cocer la pasta merece una vida mucho mejor que la que le damos si escurrimos la pasta y la tiramos por la pila de la cocina.

Una de mis italianas favoritas (The Pasta Queen en TikTok) llama a ese agua de cocción “tears of the pasta god”, que traducido al castellano significa “​​lágrimas del dios de la pasta”. Y tú tirándolo por el fregadero.

En qué puedo usar el agua en el que he cocido la pasta

Empecemos por la más importante de todas: es el truco italiano para mejorar las salsas. Le preguntas al italiano que le preguntes, te van a decir que un cucharón de ese líquido es imprescindible para darle a la salsa la cremosidad, textura y sabor auténticamente italiano. El motivo no es otro que la pasta es un alimento rico en almidón que cuando se cuece, suelta parte de este en el agua de cocción. Por eso se vuelve blanquecina. Cuando la añadimos a la salsa, conseguimos cremosidad extra y sabor gracias al poder aglutinante del almidón.

También nos puede servir hasta para sustituir el almidón de ingredientes como la harina de trigo o la maicena. Es decir, podemos usarla para espesar guisos, arroces, platos de cuchara como unas alubias, y un largo etcétera.

Podemos guardarla para hacer un caldo de verduras o un puré al que no necesitaremos ni añadir sal (recuerda que el agua para cocer la pasta ya debería llevar sal). Pensemos en el agua de cocer pasta como en un caldo. Como en cualquier caldo, parte de los nutrientes de la pasta pasan al agua de cocción. No solo el almidón como decíamos antes, también grasa, vitaminas y minerales como el zinc, el hierro o el magnesio, especialmente si usamos pasta integral.

Nos sirve para ahorrar porque podemos usarlo para poner en remojo las legumbres. Además de evitar el desperdicio y practicar el zero waste, vamos a conseguir unas legumbres más sabrosas que quedarán más suaves cuando las cocines. También nos sirve para las masas de pizzas y panes, para hacer verduras al vapor y para desglasar fondos cuando estés haciendo un sofrito y recuperar todo ese sabor.

Y ojo, porque aunque creas que no puede servir para nada más, lo cierto es que te sirve hasta para limpiar, porque la mezcla de agua, sal y almidón te ayudará a quitar más fácilmente los restos de suciedad complicados de tu menaje de cocina.

Ya sabes, a partir de ahora no tires esas lágrimas del dios de la pasta al fregadero. Son más útiles de lo que pensabas.

Fotos | Katerina Holmes en Pexels, Kampus Production en Pexels,

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