El truco de experto para elegir el mejor melón en el supermercado: ni meneos ni palmaditas

Un truco infalible para garantizarnos que nos estamos llevando a casa una fruta exquisita

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Una de las mayores incógnitas que vuelve a poner, año tras año, el verano sobre la mesa es cómo acertar a la hora de elegir un melón en la frutería o supermercado. Nos obsesiona dar con un truco infalible que pueda garantizarnos que nos estamos llevando a casa una fruta exquisita, pero lo cierto es que no existen los secretos mágicos. Lo que sí podemos es aplicar cierta lógica a la hora de comprar.

La dura corteza exterior, que oculta la pulpa de sandías y melones, dificulta el que nos podamos hacer una idea de cómo está la fruta por dentro. Sin embargo, su dulzor y sabor no dependen ni de los dibujos de las líneas que puedan mostrar los melones en ella, ni tienen nada que ver con el supuesto sexo de la fruta (no existen melones hembras y machos, de hecho) y otras creencias populares.

Hoy en día existe un extenso catálogo de variedades de melón que no deja de crecer cada año. Un piel de sapo no sabe igual que un cantalupo o un galia, y en cada tipología encontramos, además, nuevas variedades que se van ajustando a los gustos y necesidades del mercado. Por eso es importante, primero, saber qué nos gusta a nosotros personalmente y hacer la compra en consecuencia. Hay que fijarse en el nombre, así como el productor y su origen y tomar buena nota de qué melón nos resulta más sabroso. Estas claves nos ayudarán a acertar siempre.

Pexels Engin Akyurt 2894285 Engin Akyurt

Maduración

Habitualmente, se cree que un melón algo verde se puede dejar madurar unos días en casa a temperatura ambiente, pero no siempre es así. Los melones tipo piel de sapo no son climatéricos. Es decir que, o se cosechan en su punto óptimo, o nos podemos olvidar de que mejoren en casa.

Los melones que sí son climatéricos, y que siguen madurando tras la recolección, son todos los tipo cantalupensis. Es una ventaja a corto plazo, pero si se dejan demasiado tiempo o hace mucho calor podrían estropearse antes de darnos cuenta.

No obstante, es muy raro que una gran empresa comercialice melones verdes o mal madurados, ya que deben superar numerosos controles de calidad. Es más posible dar con melones más verdes en puestos de venta ambulante, minorista o local.

Pexels Polina Kovaleva 7163330 Polina Kovaleva

Origen

El origen del melón es importante pues, a menudo, grandes y conocidas marcas siguen distribuyendo melones cuando ha terminado la campaña en España, produciéndolos en otros países donde el clima lo permite. Aunque tengan la misma etiqueta, los melones de enero nunca serán los mismos que los de agosto y, probablemente, hayan viajado desde el otro lado del planeta.

Centrándonos en los meses de verano, la campaña de melón se mueve en nuestro país por diferentes zonas de cultivo según el calendario, y esto también nos da melones de un sabor u otro. Los primeros ejemplares llegan desde el sureste, con Almería y Murcia a la cabeza. Algunos melones arrancan ya a finales de abril o mayo con cultivos protegidos en invernadero (generalmente, para exportar a Europa) y, ya a finales de julio y entrado agosto, van llegando melones castellanos y de otras regiones del país.

El clima y el tipo de suelo

El clima y el tipo de suelo también afecta al cultivo y al propio fruto. En Murcia, por ejemplo, reciben generalmente más horas de sol, mientras que el melón de La Mancha, reconocido con IGP, se beneficia de las condiciones especiales de tierra, pH, agua y temperatura.

Pexels Nataliya Vaitkevich 4772956 Nataliya Vaitkevich

Podemos dar prioridad a los melones según la fecha en la que estemos o fijándonos en su procedencia, en función de nuestro gusto. No obstante, no todos los frutos tienen por qué saber igual, ni ser unos mejores que otros.  Los imprevistos climáticos pueden afectar a cada campaña, que no siempre sale como el productor planea desde el inicio.

El control de calidad del productor

Un productor de melones jamás querrá vender productos de mala calidad. Comercialmente no tiene ningún sentido. No obstante, un melón destinado al consumo local inmediato se recolectará en su punto óptimo y no pasará por tantos tratamientos poscosecha ni almacenajes. Lo habitual es hacer catas y diversas pruebas de análisis antes de distribuir la fruta, comprobando, especialmente, los aromas y los grados Brix, el nivel de azúcares.

La tendencia es desarrollar frutos naturalmente muy dulces, con un alto número de grados Brix, que son los que la mayoría de consumidores identifican como "buen melón", sabroso y sin sabor "apepinado".

Teniendo esto en cuenta nos interesa prestar atención al productor y la variedad de un melón concreto que nos haya gustado para repetir su compra. Y, si por el contrario, no nos convence, mejor probemos con algo diferente la próxima vez. La culpa podría no ser del melón, sino de nuestro gusto concreto y personal.

A la hora de comprar

Tenemos que olvidarnos de manosear los melones o golpearlos como si fueran a darnos una señal mágica para acertar con su calidad. En principio, todos los frutos habrán superado el anterior control de calidad mencionado, pero sí podemos fijarnos en que no hayan sufrido daños en el transporte o en la propia tienda.

En lo que debemos fijarnos es en que la fruta no presente daños, golpes, grietas u olores extraños, ya que, en ocasiones, los comercios acumulan el producto demasiado tiempo en sus lineales, provocando que se mezclen melones viejos sobremadurados con cargamentos nuevos.

Pexels Polina Kovaleva 7258389 Polina Kovaleva

Las manchas amarillentas o más pálidas que algunos melones presentan en un lateral o base puede corresponder a la zona en contacto con la tierra, pero no siempre es un indicativo de su maduración, ya que a menudo se mueven en la propia planta o puede variar según las horas de sol. Sí podríamos sospechar cuando un ejemplar grande pesa muy poco.

No obstante, por mucho que se controle al máximo la producción y cada fase del proceso, hay ocasiones en las que, simplemente, un melón sale malo o se ha estropeado en algún momento de la cadena. Si eso ocurre, no nos queda otra que asumirlo con resignación y volver a probar suerte en una próxima ocasión.

Foto de portada |congerdesign en Unsplash, Mike

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