Combinar varios productos estacionales es el camino más directo que hay para disfrutar mucho más de la repostería casera. Así que, en esta receta de bizcocho de naranja y zanahoria, haciendo uso de estos dos productos bien cargados de fibra y vitaminas, conseguiremos elevar un poco más el clásico bizcocho de zanahoria al hacer uso del zumo cítrico. Ganamos en una textura más rústica pero también jugosa, siempre que rallemos bien fina la zanahoria. Aunque no cuesta tanto hacerlo a mano, siempre podemos ayudarnos de un robot o picadora eléctrica adecuada. Se trata de un bizcocho que recuerda a los de toda la vida, caseros y hogareños, con esa rusticidad especiada que asociamos más a los meses fríos.
Precalentamos el horno a 165º C con aire o a 180º C con calor arriba y abajo, y engrasamos o forramos un molde desmontable redondo de unos 22-24 cm de diámetro. Separamos las yemas de las claras de los huevos, reservando tapadas estas, y mezclamos la zanahoria recién rallada con el limón.
Batimos con batidora de varillas las yemas con el azúcar moreno o panela dos o tres minutos hasta que espesen y cojan un color tirando a pálido. Añadimos el aceite, el zumo de naranja (puede ser sin colar la pulpa si es pequeña) y un poco de ralladura (opcional), batiendo un poco más.
Aparte mezclamos la harina con la levadura (impulsor), una buena pizca de sal y canela molida (o cambiar por otra especia molida al gusto). Incorporamos tamizando esta mezcla encima y mezclamos, poco a poco, a mano. Cuando falte 1/4 de la harina, incorporamos la zanahoria, el resto de la harina y combinamos todo suavemente sin sobrebatir.
Lavamos y secamos bien las varillas de la batidora y batimos las claras hasta casi montarlas a punto de nieve, dejando una firmeza suave, con picos medios. Agregamos a la masa, poco a poco, con movimientos envolventes hasta que no queden rastros de grumos blancos grandes.
Vertemos en el molde, igualamos la superficie dando unos golpecitos suaves, rompemos las burbujas grandes que puedan surgir y horneamos durante unos 45-50 minutos. Vigilamos, cuando lleve media hora, girando el bizcocho o cubriendo su parte superior con papel de aluminio si se tostara muy rápido.
Comprobamos el punto pinchando con un palillo en el centro, dejamos enfriar unos 10-15 minutos fuera del horno, sacamos el anillo del molde con mucho cuidado (separando el bizcocho primero pasando una espátula o cuchillo sin sierra por todo el perímetro) y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
Batidor de varillas de acero inoxidable y madera Market Bra
Nota: algunos de los enlaces de este artículo son afiliados y pueden reportar un beneficio a Trendencias.
Fotos | Directo al paladar
En Trendencias | Las 15 mejores pastelerías de moda que no debes perderte en Madrid