Introducir verduras en el desayuno puede no sonar, de primeras, muy apetecible... No obstante, es un prejuicio por no conocer la receta de estas tortitas de calabacín. Las vas a disfrutar, especialmente, si te gustan los desayunos salados. Aunque también son ideales para cocinar esta verdura de una forma original a la hora de la cena. Para una versión apta para celiacos, se puede optar por harinas sin gluten, ya sea de arroz, de quinoa o de trigo sarraceno. Del calabacín podemos disfrutar casi todo el año pero está de temporada en verano. Por su composición, le aporta la humedad necesaria a la masa para lograr un bocado suave.
Empezamos mezclando los ingredientes secos en un cuenco: la harina de trigo con el bicarbonato sódico, el jengibre, la cebolla en polvo y la pizca de sal. Después, rallamos el calabacín y le quitamos la mayor cantidad de agua posible. Una vez seco, lo añadimos a los ingredientes anteriores e incorporamos también las hojas fresca de menta picadas finamente.
Con ayuda de una cuchara o taza medidora, vertemos la mezcla en una sartén o plancha previamente engrasada con aceite de oliva. Cocemos entre uno a dos minutos, hasta que tome color y la masa se espese. Entonces, con una espátula, damos la vuelta para cocer unos minutos más.
Estas tortitas de calabacín pueden servirse con una gran variedad de ingredientes distintos y, en todos los casos, quedan bien. Por ejemplo, con hummus y frutas frescas. Con tomates secos, almendras y aceitunas. Y hasta con una porción de arroz integral quinoa o cuscús como acompañamiento.
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