A solo 10 kilómetros de la costa, a 15 de Benidorm y 42 de la ciudad de Alicante, se encuentra un municipio que es un auténtico baño de piscinas naturales. Se trata de Callosa d'Ensarrià ubicado en la parte norte de la comarca de la Marina Baixa y a la sombra de la mágica Sierra de Bernia. Una pequeña localidad que ofrece turismo de montaña a escasos minutos de la playa, y donde los visitantes encuentran calma, en fuerte contraste con su ruidosa vecina Benidorm.
A pesar de ser montañoso, en Callosa d'Ensarrià se puede ver el mar desde las crestas más altas de la Sierra de Bernia, que puede presumir de contar con unos preciosos senderos y hermosas vistas. Aunque no solo la montaña y sus rutas hacen de este enclave un lugar tan apetecible para los amantes de la naturaleza...
El río Algar es aquí artífice de uno de los puntos más preciosos del municipio y de toda España: les Fonts d'Algar. Y es que, en cierto modo, se podría decir que Callosa también tiene playa gracias a esta serie de piscinas naturales de aguas turquesa y cascadas impresionantes.
Es el caso de El Toll de la Caldera, que cae sobre unas aguas increíblemente azules y se encuentra en una ruta de paisajes esculpidos en roca caliza que puede hacerse incluso con niños. Y es que, además de ser un recorrido corto y fácil, las pozas son de poca profundidad.
En lo que respecta al patrimonio que podemos encontrar en Callosa, tiene mucho peso sus origines y es que empezó siendo una alquería árabe (o pequeña comunidad rural) que, a partir del S. XIII, pasó a ser un municipio clave de la zona y cuya importancia todavía se hace notar en su patrimonio cultural y arquitectónico. No obstante, fue el nombre y militar Bernat de Sarrià quien mandó construir su castillo.
Los restos de muralla, de hecho, aún pueden verse integrados en construcciones más nuevas. Aunque lo que mejor se conserva es la puerta de El Portal, la única que se conserva del perímetro amurallado. Otra parada muy interesante para visitar el pasado es el lavadero abrevadero de El Poador de la Font Major, construido en el s. XVIII pero que en la actualidad todavía no ha perdido su encanto.
Eso sí, las fiestas de Callosa d’en Sarrià son tan relevantes como todo lo que hemos detallado hasta ahora. Sobre todo, si puedes visitar el pueblo en julio, no pierdas la oportunidad de participar en la fiesta de los solteros local, donde se pueden comer los deliciosos pasteles de nísperos que tienen su propia Denominación de Origen propia.
Foto de portada | PxHere
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