Si alguna vez te has preguntado cuál es el secreto para que el pollo frito en el KFC tenga ese rebozado tan crujiente y especiado, vuestras dudas están a punto de resolverse. Es más, con la ayuda de los expertos de Directo al paladar, podréis prepararlo en casa de forma más o menos rápida y sencilla.
Aunque existen muchas variantes de la receta circulando por internet, la mayoría tienen en común una combinación muy similar de especias y, sobre todo, un proceso muy parecido. O sea que podéis adaptarlo un poco a vuestro gusto o lo que tengáis en la despensa porque el resultado final será bastante parecido. Solo hay que seguir los pasos del rebozado.
La clave para preparar el pollo al estilo Kentucky se encuentra en el marinado: una especie de masa que prepararemos con la harina de reboza y las especias. Para prepararla, podemos usar harina normal y un huevo o incluso 1/3 de harina de maíz.
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En un cuenco metálico grande añadimos harina 300 g. de harina y las especias del marinado (20 g. de pimentón dulce y una cucharadita de sal, pimentón picante, ajo en polvo, cebolla en polvo, curry molido, estragón, tomillo seco, eneldo seco y pimienta negra molida). Removemos bien y vertemos aproximadamente 350-400ml de agua fría hasta que se forme una masa líquida homogénea similar a la de los crêpes o las tortitas. Sumergimos los trozos de pollo en esta masa, tapamos con film transparente y dejamos marinar durante al menos una hora (aunque si son tres, mejor).
Una vez tenemos el pollo marinado, preparamos otro cuenco metálico en el que mezclaremos los 200g de harina para rebozar con una cucharadita de las especias (una cucharadita de sal, una cucharada de pimentón dulce y media cucharadita de pimentón picante, tomillo seco, eneldo seco, curry molido y ajo granulado). Por esta harina pasaremos los trozos de pollo antes de freírlos en abundante aceite. El truco es hacerlo de forma poco delicada para que se formen esas irregularidades tan propias del pollo Kentucky.
Para que el pollo quede crujiente por fuera y hecho por dentro hay que empezar con un fuego bien fuerte durante unos segundos. Esto hará que se fije el rebozado. Luego bajaremos el fuego un poco para que se hagan a fuego medio durante siete u ocho minutos y al final subiremos el fuego para darle ese dorado tan apetecible.
No obstante, si somos de los que ya nos hemos pasado a las, tan de moda, freidoras de aire, podemos usar para este último paso nuestra airfryer. Para ello, podemos untar el pollo con un poco de aceite de oliva para que quede más crujiente. Como alternativa podemos meterlos al horno a 180º unos 25 minutos.
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Fotos | Directo al paladar
