El solomillo de ternera es un clásico de las mesas de celebración al que muchas guarniciones le sientan de maravilla. Pero, si además le añadimos salsa de pimienta, obtenemos un clásico con el que el éxito está siempre asegurado. Se trata de una receta sencilla que nos permite dedicar más tiempo a otras elaboraciones del menú de cual cena de Navidad y que se puede preparar con la parte central de un solomillo de ternera (de la que sacaremos todos los medallones del mismo tamaño) o con solomillo de cerdo, una carne más económica, que queda deliciosa también con esta salsa de pimienta.
Empezamos preparando la salsa. Para ello, pelamos y picamos finamente la cebolla. Calentamos la mantequilla en una sartén, agregamos un poco de aceite y pochamos la cebolla a fuego suave durante unos 15 minutos. Machacamos los granos de pimienta y los incorporamos a la cebolla.
A continuación, regamos con el caldo y la nata líquida. Sazonamos y cocemos el conjunto a fuego suave durante 10-15 minutos. Trituramos y, si queremos una salsa muy fina, la pasamos por un colador. Si este no es el caso, con triturar es suficiente.
Después embadurnamos los solomillos en aceite y sal. Los marcamos en una sartén o plancha bien caliente, durante un par de minutos por cada lado. Aunque, si los queremos menos hechos, reduciremos el tiempo. Si, por el contrario, nos gustans muy hechos, los dejaremos un poco más.
En cualquiera de los dos casos, cuando los solomillos estén listos, los retiraremos de la sartén o plancha y dejaremos que reposen antes de laminar y emplatar. Así conseguimos que se asienten los jugos. Serviremos con la guarnición que más nos plazca y con la salsa de pimienta. Y si te faltan ideas para hacer las cenas navideñas, aquí tienes 115 recetas para inspirarte en el menú navideño este año.
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