La receta de tarta de zanahoria de Masterchef que puedes hacer en casa fácilmente

La primera receta de tarta de zanahoria aparece en 1827 en Francia, aunque su origen se remonta a la época medieval. Ganó popularidad en la Segunda Guerra Mundial en Inglaterra, cuando se usaba la zanahoria como un endulzante natural por la escasez de alimentos, y en los años 60 comenzó a ganar popularidad en EEUU hasta convertirse en una de sus tartas más emblemáticas.

Todos conocemos ese aroma inconfundible y hemos probado su jugosidad que combinada con un frosting hacen de esta, una tarta de diez que también ha tenido su momento de gloria durante uno de los programas de Masterchef Celebrity cuando Iván Sánchez la ha preparado en una de las pruebas.

En esta ocasión se trata de una sencilla receta de tarta de zanahoria y naranja con un toque muy especial, y que resulta ideal para las tardes de otoño. Te contamos cómo hacerla en casa de forma fácil y sin complicaciones.

Una vez que los huevos estén bien batidos, añadimos el azúcar y movemos y posteriormente incorporamos la harina previamente tamizada (este paso es vital para que la masa final esté sedosa), la levadura y una pizca de sal. Finalizamos añadiendo el aceite poco a poco y procurando que no quede ningún grumo.

Es el momento de incorporar la zanahoria que habremos pelado y rallado previamente (queda mucho mejor si usamos un rallador que si la picamos, porque rallada termina desapareciendo en la textura del bizcocho). Incorporamos también el zumo de las dos naranjas y la ralladura de una de ellas, sin parar de batir. La mezcla debe quedar ligera. Si queremos añadir algunas nueces partidas a la masa, es el momento de hacerlo.

Vertemos la masa en un molde pintado con mantequilla. Puedes hacerlo de dos maneras: en un molde alto en el que vertirás toda la masa, y que después cortaremos con una lira o un cuchillo de sierra; o con dos o tres moldes más bajos que hornearás a la vez.

Con el horno precalentado a 180 grados metemos la masa hasta que se hornee, unos 25-30 minutos. Si lo haces en dos moldes más bajos, es posible que tarden menos tiempo en cocerse. Para averiguar si está o no hecho, abre el horno (nunca antes de los primeros 20 minutos para evitar que se baje) y pínchalos con una aguja como estas. Si la aguja sale limpia, están listos.

Déjalos enfriar y mientras, prepara el frosting. Con una batidora de varillas (o la misma batidora/amasadora que te comentábamos arriba), mezcla la mantequilla con el azúcar. Es muy importante que la mantequilla esté atemperada, para lo que tenemos que sacarla de la nevera unas horas antes. No te preocupes que si te olvida este paso, en Directo al Paladar nos dan algunos trucos para atemperar la mantequilla más rápido.

Cuando el frosting comience a coger cuerpo, añadimos el queso crema bien frío (importante que esté recién sacado de la nevera), y batimos a máxima velocidad hasta que adquiera una textura firme y sin que se noten los granos del azúcar. Un truco de chef: si no consigues que te monte tanto como te gustaría, añade un chorrito de leche a la mezcla mientras sigues batiendo. Lo guardamos en la nevera mientras esperamos a que el bizcocho este completamente frío.

Desmoldamos el bizcocho y cortamos para que nos queden dos (o tres) capas del mismo grosor. Si hemos optado por hornearlo todo junto, usaremos una lira para facilitarnos el trabajo. Si por el contrario hemos horneado en diferentes moldes solo tendremos que quitarle a los bizcochos la pequeña joroba que les habrá salido al hornear con un cuchillo de sierra. Pero no tires los restos, si los rallas, nos servirán para decorar la tarta.

Cuando tengamos todas las capas del bizcocho, colocamos la base en un soporte para tartas y comenzamos a rellenar con el frosting bien frío. Podemos ayudarnos de una espátula o rellenarlo directamente con una manga pastelera. Una vez tengamos una buena capa de frosting ponemos un bizcocho encima y repetimos la operación. Si tienes una capa más, hazlo una tercera vez para que la parte de arriba de la tarta quede con frosting. Con ayuda de una pulidora o de la misma espátula, echa un poco de crema en los laterales de la tarta para cubrirla ligeramente con frosting, y decora con nueces.

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Fotos | Olya Kobruseva en Pexels, Jonathan Pielmayer, Joanna Lopez y Caitlyn de Wild en Unsplash