En el supermercado no siempre están maduros cuando los compramos, pero ahora puedes arreglarlo en tiempo récord con este remedio casero
Aunque se originó en el centro-sur de México entre el 7.000 y 5.000 a.C, el aguacate que ahora llena las estanterías de los supermercados poco se parece a la variedad que existía hace tanto tiempo. Sin embargo, los aguacates han pasado a convertirse en habituales en nuestras casas por su gran valor nutricional y por ser un alimento con gran cantidad de grasas saludables.
Lo malo es que al tratarse de alimentos que suelen venir de lejos (y con un gran coste en sostenibilidad según los expertos), se recolectan poco maduros y muchas veces cuando los tenemos en casa y queremos usarlos, no están en su punto. Sabemos cómo conservarlos durante meses para que no se pongan marrones y ahora vamos a enseñarte cómo madurar un aguacate en casa y en solo 10 minutos cuando todavía está demasiado verde para usarlo.
Cómo madurar un aguacate en minutos
Podríamos dejar que se madurase en casa, e incluso acelerar el proceso metiendo el aguacate en una bolsa de papel o envuelto en papel de periódico junto a un plátano o una manzana. Estas frutas desprenden etileno, conocido también como “la hormona” de la maduración, que acelera la maduración de las frutas climatéricas (las que son capaces de madurar una vez recolectadas). Pero no siempre tenemos un par de días y necesitamos que el aguacate esté maduro ya, porque vamos a usarlo en una receta en ese momento. Si al tocarlo no está blando y lo tenemos demasiado terso al tacto, podemos acelerar la maduración en solo 10 minutos.
Para conseguirlo, ponemos papel de horno sobre una fuente, y colocamos encima los aguacates envueltos en papel de aluminio para meterlos en el horno precalentado a 90º durante 10 minutos o hasta que la consistencia haya cambiado. Dejamos enfriar y ya podemos hacer un auténtico guacamole casero, perfecto para compartir en casa con unos amigos.
También podemos usar el microondas, esta vez cortando el aguacate a la mitad, quitando la semilla y envolviendo cada mitad en papel film apto para el microondas. Metemos un par de minutos a máxima potencia y lo tendremos listo para comer.
En mi caso si no tengo el horno encendido para otras cosas, suelo usar el truco del microondas, y voy chequeando la consistencia hasta que tengo la que necesito. Eso sí, deja enfriar siempre después. Puedes meterlo en la nevera si tienes algo de prisa, o dejarlo a temperatura ambiente para usarlo más tarde.
Fotos | Estúdio Bloom en Unsplash, Louis Hansel en Unsplash
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