Si eres adicta al hummus, ya estarás familiarizada con uno de sus pocos ingredientes: el tahini (o tahina), una pasta elaborada a partir de las semillas de sésamo que, por sí misma, constituye un perfecto aliado en desayunos y aperitivos para acompañar con pan. Además de ser uno de los ingredientes de Oriente Medio más replicados y conocidos, tradicionalmente este alimento ha estado presente en la dieta vegetariana por ser una buena fuente de hierro y calcio y por todo lo que aporta a nuestra dieta. Y que se trata de un alimento lleno de propiedades que no podemos pasar por alto.
Beneficios del tahini
Uno de los beneficios que vamos a destacar por encima de todos es el efecto cardio saludable que tiene este alimento debido a la gran cantidad de ácidos grasos esenciales que contienen las semillas de sésamo y el aceite de oliva que se utiliza para su elaboración.
En el aporte de ácidos grasos esenciales destaca el ácido oleico y el linoléico. Este alto contenido, junto a los que nos aporta el aceite de oliva que se le añade, hace que el tahini sea un alimento aliado de la buena salud cardiaca en nuestro cuerpo, ya que nos ayuda a regular los niveles de colesterol y a mantener unas arterias mucho más fuertes y flexibles.
Además, entre sus vitaminas destacan las del grupo B, que son de gran utilidad para conseguir unos tejidos en perfecto estado pero, sobre todo, hay que tener en cuenta su aporte mineral. El tahini es una fuente importante de hierro, calcio, magnesio, fósforo y zinc, así como de elevadas cantidades de proteínas de alta calidad. Más concretamente, podemos encontrar unos 130 mg de calcio y unos 2,5 mg de hierro, cantidades que superan el aporte de estos minerales en la leche y la carne vacuna respectivamente.
A todo esto hay que sumarle un fuerte antioxidante que nos aporta el sésamo, conocido como sesamol, que hace que los nutrientes que contiene este alimento, así como los ácidos grasos esenciales, no se vean perjudicados ni alterados por la oxidación propia del paso del tiempo. Además, este antioxidante nos ayudará a evitar que las células de nuestro cuerpo se vean afectadas por el ataque de los radicales libres.
Cualidades digestivas
Las semillas de sésamo son un alimento digestivo que ayuda a asimilar mucho mejor los nutrientes de los alimentos. Por ello, a pesar de tener altas dosis de calorías (600 por cada 100 gramos, debido al elevado porcentaje de ácidos grasos esenciales que contiene), el tahini es mucho más saludable y asimilable por el organismo que la mantequilla o la mayonesa. Con una pequeña cantidad, cubriremos las cantidades recomendadas de grasas saludables. Además, gracias a su sabor semejante al de los frutos secos, es una buena alternativa a la hora de condimentar ensaladas; enriquecer preparaciones, tanto dulces como saladas y agregar textura, aroma y sabor a muchos otros platos.
Cómo incluir el tahini en nuestros platos
El hummus se ha puesto muy de moda y es que, además de estar buenísimo, también se trata de una manera estupenda de consumir las legumbres que necesitamos para mantener una buena nutrición. Habitualmente lo elaboramos con garbanzos, tahini, aceite de oliva y ajo, aunque podemos hacer variaciones como las que nos proponen nuestros compañeros de Directo al Paladar, de pesto, de remolacha o de pimiento de piquillo. Incluso de chocolate, si lo deseamos.
Más allá de utilizar esta pasta para untar, la realidad es que existen muchos más platos de los que nos imaginamos pueden beneficiarse del tahini. Nos sirve para aportar una textura cremosa a nuestras recetas saladas y postres. También podemos incluirla en nuestros platos en forma de aliño para salirse del aceite de oliva y el vinagre de siempre. Se puede incluir, incluso, en nuestras elaboraciones de galletas u otros postres de masa, ya que se mezcla perfectamente con estas y aporta un toque de sabor único.
Recetas con tahini, más allá del hummus
Aunque, hasta no hace mucho, solo podía encontrarse en herbolarios, a día de hoy lo encontramos en muchas tiendas de alimentación y supermercados como Mercadona. Claro, que también podemos elaborarlo casero. No lleva mucho esfuerzo y el resultado es muy satisfactorio. Además, es tan sencillo que solo necesitas tres ingredientes: sal, aceite y semillas de sésamo.
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Hay dos versiones de la tahina, aunque en España la más popular es la que se hace con semillas de sésamo tostado y descascarillado, que aporta mucha cremosidad. La otra opción, no tan frecuente, es encontrar una especie de sésamo integral, que no siempre se tuesta y en el que está presente parte de la cáscara que recubre las semillas. Esta versión es más amarga y un poco más arenosa, pero igual de sabroso.
A continuación, os dejamos unas cuantas ideas de los expertos de Directo al Paladar para que les deis ese toque especial a vuestros platos. Os aseguramos que los cambiarán por completo y para bien.
- Pudding de chocolate negro con aguacate y tahini
- Ensalada depurativa con aliño de tahini
- Tahini cookies
- Tacos de langostinos picantes con salsa de aguacate y tahini
- Brócoli al vapor con aliño de tahini y limón
- Galletas de avena y tahini
- Pastel de cordero con salsa de tahini y tomate
Fotoso | Directo al paladar
