Los garbanzos son una gran fuente de proteínas y fibra. Sin embargo, tienen una capa de piel ligera y transparente que muchas veces suponen un obstáculo para su consumo. Esto se debe a que provocan distensión abdominal y malas digestiones. Además, las pieles también pueden ser una molestia visual para la degustación de un plato.
Si queremos o necesitamos deshacernos de estas pieles a toda costa, la verdad es que pelar cada legumbre de forma individual puede ser demasiado engorroso y tedioso. Por suerte, hay un truco que permite eliminar la piel de los garbanzos de forma rápida y sencilla. Con este método, vas a poder pelar un kilo de garbanzos sin demasiados problemas.
El truco consiste en añadir bicarbonato sódico. Cuando pongamos a remojar los garbanzos secos en agua (también funciona con los frijoles y alubias), añadimos una porción. Esto ayuda a regular el ph del agua, suaviza los garbanzos y hace que las pieles prácticamente se desintegren mientras se cocinan, o que floten mientras hierven. El uso del bicarbonato sódico, además acelera, el tiempo de cocción.
Karyna Panchenko
La proporción adecuada es una cucharada de bicarbonato por cada 200 g de legumbre. Después de remojar los garbanzos durante la noche y descartar el agua, agregamos, en una cacerola amplia y profunda, las legumbres limpias con la proporción de bicarbonato y la suficiente agua para cubrirlas.
Llevamos a un fuego medio y cocinamos de 20 a 40 minutos (según el tamaño). Quitamos cualquier espuma que pueda surgir en la superficie y descartamos las pieles que floten, hasta que los garbanzos estén tiernos, pero no blandos. Una vez logrado el punto deseado, escurrimos en agua fría y estarán listos para usar en las recetas que queramos.
Foto de portada | Deryn Macey
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