Solo he necesitado incluir un ingrediente que todos tenemos en casa para que me queden de diez y sin apenas usar aceite de oliva
No te fíes de alguien a quien no le gusten las patatas fritas. O las croquetas. Aunque el precio del aceite de oliva ha hecho que unas patatas fritas se conviertan casi en un manjar de lujo, podemos hacerlas en el horno o en el airfryer. Lo malo es que en muchas ocasiones el resultado son unas patatas blandurrias y poco apetecibles. Hasta ahora.
Existe un truco casero para conseguir que tengan un punto extra de crujiente y que usa la química para conseguirlo, pero de forma natural. Solo necesitamos un ingrediente que todos tenemos en casa: vinagre. Te contamos cómo usarlo para que tus patatas fritas sean extra crujientes.
El sencillo truco para que tus patatas fritas queden más crujientes hasta en airfryer
Lo primero que haremos es pelar las patatas. Como nos explican en DAP, el primer truco para conseguir una patata crujiente, es elegir bien el ingrediente principal. Las mejores variedades son las Monalisa y la Kennebec y como nos explican los expertos “hay que comprar patatas que sean para freír y no de las variedades que resultan mejores para cocer o guisar.”
Una vez peladas, las cortamos de un centímetro de grosor, y es importante también que todas tengan más o menos el mismo tamaño. No hace falta que saquemos la regla, pero sí que cuidemos que tengan más o menos el mismo tamaño para que todas se hagan por igual.
Ya las tenemos peladas y cortadas y llega el turno del truco maestro: ponerlas en remojo en agua con vinagre y sal. Por cada litro de agua, ponemos una cucharada de sal y una cucharada de vinagre de vino. Con el vinagre y su ácido acético romperemos la pectina de la patata y al freírlas (u hornearlas en la freidora de aire), quedarán más crujientes. Además, al tenerlas en remojo se eliminará parte del almidón que hace que unas patatas se peguen con otras. Con 10 ó 15 minutos en esa mezcla de agua, sal y vinagre, será suficiente.
Una vez pase ese tiempo las escurrimos bien y secamos bien con papel de cocina para que no tengan agua. No te saltes este paso, es importante que estén bien secas antes de freírlas o de meterlas en la freidora de aire. Vamos a cocinarlas como recomiendan los expertos de DAP, en dos tiempos.
Si lo hacemos en sartén y con aceite, primero freímos con el aceite caliente durante dos minutos, sacamos a un plato con papel absorbente y dejamos enfriar completamente (unos 30 minutos), para hacer después una segunda cocción de 8 minutos. Si usamos airfryer, comenzamos con la primera cocción de dos minutos a 140º y la segunda a 180º, rociando un poco de aceite en spray y tratando de no apelmazarlas en la cesta.
Una vez finalizada la segunda cocción y en ambos casos, será cuando salemos las patatas, no antes. Las últimas veces que he preparado patatas en freidora de aire (uso está opción porque es más cómoda en mi caso que vivo sola y tengo que hacer poca cantidad) no solo han quedado más crujientes, también han resultado mucho más sanas al no usar casi aceite. El resultado es de diez, te lo aseguro.
Fotos | Foto de portada Mitchell Luo en Unsplash, Lars Blankers en Unsplash, Fernanda Martinez en Unsplash
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